En el marco de el ciclo de seminario que se dictan sobre Política y sindicalismo y en un salón colmado de trabajadores de diferentes gremios, Conclusión dialogó con el licenciado en Ciencias Políticas Marcelo Gullo, quien habló de varios temas que tienen que ver con lo que respecta al movimiento obrero organizado y la manera en que repercuten las políticas llevadas adelante por el Gobierno nacional.

«Un gobierno que en realidad no gobierna», clasificó Gullo a la administración de Mauricio Macri. Y agregó: «El presidente vendría a ser como un simple gerente. Él no es el presidente del directorio, el recibe indicaciones del directorio, que le indica dos cosas: abra usted la economía y aplique usted la ideología de género».

Sobre esta afirmación, el politólogo explicó que «no estaba en su plataforma el tema del aborto y recibe a la señora Lagarde y le dice si no ponés ideología de género no hay platita del fondo. Entonces es el Fondo Internacional que hoy fija, no solo la política económica de la Argentina, que está desbastando la industria nacional y está condenando a los trabajadores al hambre y a la muerte, sino que es el Fondo Monetario Internacional la que fija la política cultural del gobierno, que es la ideología de género, que lo que hace es dividir a los argentinos entre ellos, como ideología de distracción para que no puedan concentrarse en la contradicción principal que es la de siempre: liberación o dependencia«.

El Fondo Monetario impuso el aborto para dividir y distraer a los argentinos

Al consultarle sobre cómo ve el sindicalismo en la Argentina, Gullo explicó que «el sindicalismo argentino esté en una encrucijada. La encrucijada de retomar y ser la vanguardia, ser la columna vertebral nuevamente del movimiento nacional que, si antes no fue ni yanki ni marxista, es decir, ni liberales ni marxistas, hoy tiene que asumir su rol histórico de columna vertebral de la nación, diciendo: si antes no fuimos ni liberales ni marxistas, hoy no somos neoliberales ni progresistas. Si los dirigentes sindicales tienen miedo como la mayoría tiene miedo de decir que no son progresistas, entonces se habrán transformado ellos mismos en un instrumento más de la dominación cultural más profunda que la Argentina ha sufrido en su historia».

Sobre la importancia de la preparación de los gremios y la organización del movimiento obrero, el analista y escritor aseveró que «el movimiento obrero es la columna vertebral de la nación. El cuerpo de la nación sin el movimiento obrero es como un cuerpo sin columna, se convierte en un flancito, una cosa de goma que no podría caminar. Entonces, el movimiento obrero debe ser, no la vanguardia, sino la columna vertebral del movimiento nacional y no debe haber incoherencia entre el pensamiento y la acción, porque solo la unidad de pensamiento conduce la unidad de acción, debe rechazar la dos ideologías de subordinación que hoy existe en el mundo de manos de la oligarquía mundial».

La contradicción principal es la de siempre: liberación o dependencia

«Este gobierno va a terminar necesariamente mal. Pero mal termina la Argentina, ese es el problema. Los trabajadores terminan mal. No son ellos los que se va a ir a vivir a Nueva York, a París o a Londres forrados de plata. Los que terminamos mal somos nosotros, ellos va a vivir en el extranjero», dijo Gullo al referirse a cómo ve el desenlace del Gobierno llegadas las elecciones.

Sobre la economía y la industria, el disertante del seminario finalizó: «Todas las posibilidades del mundo se van a abrir para la Argentina si hay coraje y decisión».