El ex presidente del Banco Nación Carlos Melconian confió que no le cree al jefe de Gabinete, Marcos Peña, después de haber analizado una entrevista durante la cual el actual funcionario trazó un panorama político y económico.

«Para ser objetivos, yo tampoco le creo a Marcos Peña, así no me dicen que estoy hablando en contra ni a favor del gobierno», dijo Melconian en el primer programa de la temporada de La Noche de Mirtha Legrand.

El comentario de Melconian siguió a las críticas de la diva criticara al jefe de Gabinete porque a su juicio, dijo que está todo fantástico» y «maravilloso».

«Creo que al final la objetividad con el paso del tiempo, paga. No es cierto que está todo bien, tampoco es cierto que está todo mal. El Presidente ha elegido el rumbo correcto de dónde se para el país en el mundo», dijo el economista.

Melconian también criticó a sectores de la oposición por promover «lo `invotable`». «Antes de ayer, un grupo de políticos va con un conjunto de leyes al Congreso a votar lo ´invotable´: aumentos de emergencia, subsidios, simplemente para hacerle pagar el costo político a este Gobierno de tener que decir que no», sostuvo.

«Si hay problemas de eficiencia del gasto, si hay problemas de presión fiscal, si hay problemas de que no hay retribución a la gente de lo que paga de impuestos, y llevamos 34 proyectos de ley al Congreso de cosas inasibles para tomar cámara y agarrar micrófono para embretar al Gobierno de turno… no va más eso», añadió.

Melconian, además, afirmó que los inversores no llegaron al país porque el Gobierno se equivocó con el programa y criticó el nivel de presión impositiva, además del nivel de gasto, aunque aclaró que es una situación heredada.

«Los inversores no vienen porque le hemos errado con el programa. Y me pongo en primera persona del plural aunque no tengo nada que ver con el programa», sentenció.

También consideró que «la presión del fisco y tributaria está por arriba del promedio histórico de la Argentina y es insostenible.

Pero tampoco se puede perder el equilibrio entre lo que entra y lo que sale». «El problema es el gasto que quedó por arriba del promedio histórico y no se puede financiar. Esto no es una cuestión de ortodoxia liberal y fundamentalismo y tiene que ver con lo que quedó, con lo que se heredó», advirtió.