Para sorpresa del mundo, el 20 de abril de 2020 el gobierno realizó la primera propuesta a los bonistas privados por la reestructuración de U$S 68.000 millones sin que nadie en el planeta supiera la duración, dimensión o profundidad del daño económico que la pandemia le haría a la estructura productiva y financiera internacional. Una economía desvencijada donde los teóricos conjeturaban acerca del impacto y complicaciones que podría acarrear la eminente crisis en puerta en 2019. Cuando se puso el último clavo en el ataúd de la economía mundial con la pandemia, el Gobierno comenzó a desandar el camino del acuerdo con los bonistas privados (Alejandro Marcó de Pont)

Aldo Battisacco –  Conclusión Buenos Aires

El economista Alejandro Marcó del Pont, dialogó con Conclusión puso de relieve algunos aspectos asombrosos sobre hechos de la historia reciente que suman confusión, es decir, ¿que urgencia había en el marco del desastre que se esperaba en la economía mundial, para apurar un arreglo con los acreedores de la Argentina?

Respecto de la letra chica en materia económica del año 2021 el especialista precisó que se «siguió el hilo de 2020, y hay que ver que intenta hacer el gobierno y que modelo de país quiere, esto comenzó en abril de 2020, negociando con los bonistas privados y después con el FMI y se instaló en el centro de la lógica que este país no función si no se acuerda con el FMI».

Atentos al párrafo de cabecera escrito por Del Pont, recordó que «el compromiso forjado con urgencia se terminó de pulir el 4 de agosto, y quedó reflejado a través de un comunicado del ministerio de Economía donde se detallaba el arreglo entre el Gobierno y los tres principales grupos de acreedores que negociaron con el Ministro de Economía: el Grupo Ad Hoc integrado, por BlackRock, Fidelity y Ashmore, Autonomy, T. Rowe, AllianceBernstein y Wellington, entre otro fondos; el Exchange Bondholders Group, comandado por Monarch y el Comité de Acreedores de la Argentina».

La economía moderna es dirigida. O la dirige el Estado o la dirigen los poderes económicos (Arturo Jaureche)

El balance de la iniciativa del gobierno nacional, resultó «sin grandes soluciones, solo con una baja de interés del 7% al 3.07% y, fundamentalmente, una postergación de plazos de pago hasta el 2024». «El caso es que el gobierno termine de arreglar con el FMI, dado que el acuerdo es impostergable tanto para el oficialismo como para la oposición, los progresistas, los fascistas y demás yerbas», interpretó el economista platense y acotó que si «Nadie está hablando de desconocer las deudas», si el arreglo con bonistas privados y con el FMI ya tenía un final anunciado; lo que tenemos que descubrir es en qué capítulos de esta telenovela está el relato del cuento con tan presagiado final».

No hay falencia para generar dólares, cerca de U$S 200 mil millones de superávit comercial desde el año 2.000 a la fecha y unos U$S 450 mil millones de fuga de capitales la desmienten.

Ya más acá y tomando distancia de estos antecedentes, Marcó Del Pont, sintetiza que si «se arreglar con lo privados y con el FMI, es porque se necesitan dólares y por lo tanto se apunta a un modelo de país agroexportador, algo que el FMI quiere».

«No están claras las condiciones que se le impondrán a Argentina. Lo que se arregle con bonistas y el fondo en un momento van a confluir los dos pagos en un mismo año, esto parece que se está gestando la misma cláusula para volver a fracasar porque no lo podremos hacer. Y aunque paguemos intereses solamente, la lógica que se impone desde afuera es que se necesiten dólares, esto se convierte en un modelo que 10 empresas tendrán el comercio exterior y otras 15 del comercio interior. Todo esto inhibe la posibilidad de desarrollo», planteo el economista.

«Desde hace tiempo se ha perdido el sujeto político, hay gente que cree que el sindicalismo está a la vanguardia, ya no es más como cuando estaba Perón, hay trabajadores que votan a Moyano para defender su salario. Pero también son capaces de votar a Macri».

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