El precio de la media res subió más de 35% en lo que va del año, un valor que le hace imposible a los comerciantes contener las subas y no trasladarlas a los consumidores. Los incrementos también aparecen reflejados -en menor medida- en el cajón de pollo y el costo de la carne de cerdo, de manera que los bolsillos tienen cada vez menos alternativas para esquivarle al impacto de la inflación.

Relevamientos realizados por Conclusión marcan datos alarmantes respecto al precio de un alimento clave en la dieta de los argentinos. El frigorífico Finlar SA vendía la media res a 646,43 pesos en diciembre del año pasado, pero a partir del tercer día de 2023 comenzó una incesante escalada que llevó a 884 pesos el precio actual.

Los saltos que tuvo el precio de la media res:

-Diciembre de 2023: 646,43 pesos.

-3 de enero: 657,48 pesos.

-9 de enero: 668,53 pesos.

-20 de enero: 701,67 pesos.

-23 de enero: 745,87 pesos.

-27 de enero: 884 pesos.

Los comerciantes expusieron ante este medio que otros proveedores tienen incluso precios más elevados que llegan a 950 pesos la media res. Su intención, al exponer este ejemplo con días y valores concretos, es advertir las dificultades que existen para mantener los números fijos en el mostrador y no afectar el poder adquisitivo de los consumidores.

De esta manera, solo en lo que va del año registran una suba de 235 pesos para abastecerse de carne que después será puesta a la venta en los comercios. Una de las principales preocupaciones del sector apunta a que no hay ninguna certeza de que el escenario cambie en el corto plazo.

En otras carnes la tendencia también es alcista. Si bien los porcentajes de incremento en estos casos son considerablemente menores, no dejan de constituir una marca coyuntural: todo sube e impacta en el bolsillo de los compradores.

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Las consultas hechas por Conclusión tuvieron como respuesta los siguientes datos: un cajón de pollo que estaba 335 pesos en diciembre, en enero aumentó a 350 pesos -aproximadamente un 4,5%-, mientras que la carne de cerdo subió 7% desde el día 20 del mes pasado a la actualidad.

GOLPE AL BOLSILLO

Tal publicó este medio la semana pasada, y en concordancia con las subas que reciben los comerciantes de parte de los proveedores, los primeros días del año rompieron con la quietud que el precio de la carne vacuna mostró a lo largo de 2022: a partir de la segunda quincena de enero, estos productos registraron aumentos que rondaron el 10%, lo que equivale a alzas de entre 100 y 200 pesos en el kilo de cortes bovinos.

Para conocer más sobre estos incrementos, Conclusión dialogó el martes pasado con Pablo, un carnicero que atiende un comercio ubicado en la zona de Entre Ríos y Tucumán, quien manifestó: “El aumento de la carne estuvo seis meses frenado, y hace una semana atrás llegó con un alza de un 10%, a veces empieza así y después no sabes cuando termina. Los aumentos en lo que es cerdo y pollo fueron permanentes, no se puede creer la cantidad de porcentaje de aumento, uno pierde la noción”.

Consultado sobre cuáles fueron los cortes que más subieron, considerando también las carnes más consumidas por la población, el carnicero enumeró: “La bola de lomo en diciembre estaba a 1.200 pesos, y hoy está a 1.400. La nalga estaba a 1.390 y hoy está a 1.590, cada corte ha aumentado entre 100 y 200 pesos”.

Asimismo, el comerciante aseguró que, al tratarse de comida perecedera, estos aumentos “no pueden ser amortizados” por los carniceros, quienes siempre “corren de atrás” con la inflación.

LAS SUBAS EN EL PRECIO DE LA HACIENDA EXPLICARÍAN LOS AUMENTOS EN GÓNDOLAS

Según informaron desde el Mercado Rosario Ganadero (Rosgan), la hacienda en Cañuelas mostró en enero –y en relación a diciembre– un aumento de precios del 5%, rompiendo así con la tendencia a la baja que registró en los últimos cuatro meses del 2022. Entre agosto y diciembre últimos, la pérdida de valor real se ubicó en torno al 22%.

No obstante, el aumento del precio en enero llamó la atención de los productores, ya que este mes se caracteriza por un bajo consumo de carne vacuna, explicado por el período de vacaciones y por las altas temperaturas, lo que lleva a que la población se incline por otras dietas.

Al respecto, desde Rosgan explicaron: “Históricamente, los grandes ajustes de precios de la carne a nivel local se dan a partir de mediados de febrero o incluso marzo con el inicio de las clases y el regreso de las familias a su rutina habitual”. Por este motivo, no se descarta que en las próximas semanas los precios de la carne vuelvan a mostrar un incremento en las góndolas.

Paralelamente, la sequía afecta de forma significativa a la actividad ganadera: con los pastos naturales arrasados por la falta de agua, los animales deben alimentarse en corrales y muchas veces son faenados antes de que lleguen a su pesaje ideal.

Esta situación permite especular con una caída en la producción de carne durante los próximos meses. Un adelanto de este posible escenario tuvo lugar en las cifras registradas a fines de 2022: mientras que en noviembre se obtuvieron 233 kilos de carne por res faenada, en diciembre este sólo se consiguieron 228 kilos.