El proyecto de ley de Presupuesto 2018 que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso prevé un crecimiento económico en torno al 3,5%, una inflación del 10%, un déficit fiscal del 3,2% del Producto Bruto Interno (PBI) y nuevos recortes de subsidios a tarifas de servicios públicos, informaron a la agencia de noticias Télam fuentes oficiales.

Indicaron que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, realizan los últimos contactos con otras carteras para los retoques finales del proyecto que se presentará a la Cámara de Diputados antes del 15 de septiembre.

Sobre los resultados de esta ronda de consultas interministeriales se ordenará la estrategia para consolidar objetivos de gasto e inversión públicos y déficit fiscal, entre otros puntos, señalaron las fuentes.

Junto con el Presupuesto 2018, el gobierno enviará el proyecto de ley de Responsabilidad Fiscal acordado con las provincias en busca lograr el equilibrio en las cuentas públicas.

En el proyecto presupuestario para el año próximo se prevé que la economía crecerá un 3,5% debido a la ampliación del plan de obras públicas con un aumento de la inversión del orden del 10% del PBI y con la esperanza de recuperación de Brasil, el principal socio comercial de Argentina, siempre que pueda superar su crisis política que tiene al presidente Michel Temer con 2% de aprobación de la ciudadanía.

Se prevé además que el Estado nacional continuará con la política de reducir el déficit fiscal, que este año terminará en torno al 4,2% del PBI para llevarlo al 3,2%, es decir un punto porcentual menos.

En este sentido, el proyecto de ley contempla seguir con la quita de subsidios a las tarifas de servicios públicos, además de mantener el gasto público en forma constante en términos reales.

Dujovne explicó durante el Consejo de las Américas que «el peso del sector público en el PBI bajó de 43% a 41% en dos años, en lo que fue la baja más sustantiva desde el 2002: lo estamos haciendo sin crisis, en forma gradual, con el objetivo de llegar al 33% en el 2023, con correcciones del gasto que sean compatibles con el equilibrio fiscal».

Junto con esta baja en el déficit fiscal, está previsto que la inflación ronde el 10% anual, dentro de una banda con un máximo del 12% y un mínimo del 8%, según lo ratificó el presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger.

«El año que viene tenemos un objetivo de inflación del 10% con una banda de tolerancia de dos puntos a cada lado», dijo el funcionario ante un numeroso auditorio en la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y advirtió que mantendrá la férrea política monetaria para alcanzar esta meta.

En cuanto al financiamiento, las fuentes consultadas señalaron que la cartera de Finanzas, a cargo de Luis Caputo, calcula que necesitará para el año próximo captar unos US$ 20.000 millones para cubrir el déficit fiscal, además de otros US$ 10.000 millones para el pago de intereses de la deuda pública.

En relación al comercio exterior, los cálculos oficiales apuntan que las exportaciones pueden crecer un 6,5% el año próximo, en similar proporción con las importaciones.

Este rubro se encuentra observado por estos días no sólo por el rojo fiscal que impera en la cuenta comercial sino por reveses en materia de comercio exterior en especial en la relación con Estados Unidos, que bloqueo el ingreso de biodiesel a sus fronteras al tiempo que logro el aval del gobierno local para colocar carne de cerdo en nuestro mercado.

Los últimos datos oficiales de balanza comercial muestran que en julio se registró un déficit de US$ 798 millones, en medio de una suba de los volúmenes importados, con lo que se acumuló un saldo negativo de US$ 3.428 millones en los primeros siete meses del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).