Con especial atención en el complejo panorama económico que atraviesa el país, Raul Dellatorre disertará en Rosario, en una exposición que abarcará los diversos temas de actualidad que más preocupan a los argentinos, como la inflación y los precios, y los factores que desencadenan estas circunstancias. También habrá lugar para el análisis de las distintas propuestas que plantean en ese escenario los principales partidos que competirán en las elecciones presidenciales de octubre.

El periodista y economista brindará una charla con eje en «las claves económicas para recuperar la identidad del movimiento popular», este jueves desde las 18 en el teatro de la Asociación Empleados de Comercio (AEC), en Corrientes 450, con entrada libre y gratuita.

En ese sentido, en diálogo con Conclusión, como anticipo de su alocución, Dellatorre empezó señalando como primer condicionante que «el acuerdo con el FMI es un gran limitante de las políticas públicas». «Existe un poder económico muy concentrado, con pequeñas empresas de una posición dominante en el mercado y que en Argentina se han convertido en un factor político importante, pesan en la economía y tienen una voluntad política expresada. Este sector tiene mucha incidencia en la formación de precios, por lo tanto, en mantener la tasa de inflación elevada, son el grupo que logra beneficios con ello, en algunos momentos hacen valer la presión política», informó.

«Dentro de ese sector están los grandes exportadores, que tienen una llave de acceso a los dólares del país. Las presiones para generar que haya una devaluación, esto también provoca inflación», remarcó. «El Gobierno de Alberto Fernández nunca terminó de tener claro cómo enfrentar a estos sectores, intentó pactos, acuerdos, que no han funcionado, las consecuencias están a la vista», opinó sobre lo que consideró el principal déficit de la gestión del Frente de Todos.

Otro aspecto clave que la gestión Fernández nunca pudo resolver fue el tema de la inflación. En torno a ello, apuntó: «En la Argentina es un problema difícil y hay que analizarlo en las condiciones de la economía nacional, no es comparable con ningún país. Las circunstancias que la generan acá no son las mismas que en otros lugares. El Gobierno no acertó en la forma de combatir esto, hubo, para mi gusto, un error de diagnóstico, porque siguió las recomendaciones del FMI».

«En Argentina no hay una inflación de demanda, no es que la gente compra tanto y por eso suben los precios, es un problema de formación de precios de la oferta, por cuestión de posición dominante en los mercados», sostuvo en cuanto al origen del problema.

«Los insumos básicos están en manos de dos o tres empresas y, cuando es así, se ponen de acuerdo en los precios, ni siquiera compiten entre sí. Ahí está la presión de la inflación con los formadores de precios, y también se ve en los productos de consumo masivo, con sectores concentrados que los manejan pocas firmas», indicó.

«Con esto tenés que encontrar la forma de frenarlo, combatirlo o condicionarlo, este Gobierno no encontró ninguna de esas respuestas. Los acuerdos de precios fallan porque no se respetan, están circunscritos a algunas empresas en particular, no son a todo el país, esto ha sido un problema permanente. Para la gestión fue costoso políticamente por lo que significa la inflación», reflexionó sobre la importante merma en el respaldo a la coalición gobernante a comparación de 2019, cuando se impuso en las generales.

Consultado sobre la llegada de una posible hiperinflación, expresó: «No veo un riesgo inmediato, hay un nivel alto de inflación que no se logra bajar, no es un fenómeno descontrolado, está controlado pero no por el Gobierno, sino por los formadores de precios, que dominan el mercado, que tampoco van a llevar las cosas a un descalabro. Está el riesgo de inflación permanente, que no baja si no tenés la forma de controlarla».

Es sabido que una de las principales iniciativas de quién resultó ganador en las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) por La Libertad Avanza, Javier Milei, consiste en una dolarización. Sobre ello, comentó: «Mucha gente, desesperada por el tema de la inflación, tiende a confiar en una receta como esta, esperando que eso solucione el problema de estabilidad. En realidad esa medida genera una transferencia de ingresos brutal en contra del salario porque lo abarata muchísimo, y después se puede encontrar cierto equilibrio pero con un nivel de salarios más bajos. En la Argentina actual no la veo viable, no hay experiencia de dolarización de un país que se haya dado sin reservas, es fundamental tener un fuerte respaldo de divisas».