Como si en el país faltaran problemas y existieran márgenes de empeoramiento, ahora peligra seriamente la soberanía fitosanitaria del país.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), organismo responsable de controlar y testear todo lo que venga desde afuera del país hacia acá, especialmente importaciones, (de barco o aviones), y control de la basura que puedan acarrear, entre otras cosas, por el riesgo fitosanitario.

La Unión de Comerciantes e Industriales del Departamento San Lorenzo (UCI), provincia de Santa Fe, encendió las alarmas por la falta de «controles zoofitosanitarios» en los puertos de la región.

El riesgo fitosanitario implica, lisa y llanamente, la posibilidad de que se propaguen enfermedades tanto animales como vegetales, a través de vectores locales afectados por esas endemias provenientes del exterior.

Desde esa entidad se dirigieron formalmente a Ricardo Negri, presidente del Senasa, para alertar que desde abril de 2019 empresas del sector que prestan servicios portuarios manifestaron que el organismo «habría dejado de realizar los controles zoofitosanitarios pertinentes a los buques que arriban, pues el Cuerpo de Inspectores de la Regional Senasa Rosario se habría disuelto».

Esa medida habría sido el resultado de una resolución del Gobierno de Mauricio Macri, manifiesta en el Resolución 77/2019, según explicó a Conclusión el integrante de la subcomisión de Salud de la UCI, Mariano Soria, quien también expresó la preocupación que se vive en la comunidad portuaria a partir del decreto.

Puntualmente, en los considerandos de la medida, publicados en el Boletín Oficial del 30 de enero de 2019, se expresa:

Que por el Artículo 4° del Decreto N° 891 del 1 de noviembre de 2017 se dispuso que el Sector Público Nacional deberá aplicar mejoras continuas de procesos, a través de la utilización de las nuevas tecnologías y herramientas informáticas, utilizar e identificar los mejores instrumentos, los más innovadores y los menos onerosos, con el fin de agilizar procedimientos administrativos, reducir tiempos que afectan a los administrados y eliminar regulaciones cuya aplicación genere costos innecesarios.

Que, además, el decreto citado, en su Artículo 7° establece que las regulaciones que se dicten deben partir del principio que reconoce la buena fe del ciudadano, permitiéndole justificar a través de Declaraciones Juradas situaciones fácticas que deban acreditarse ante los organismos del Sector Público Nacional.

Que el Artículo 5° de la Resolución N° 381 del 28 de noviembre de 2017 del entonces MINISTERIO DE AGROINDUSTRIA, dispone que en la implementación de los trámites correspondientes a dicho ex-Ministerio y sus entes descentralizados, las áreas o sectores encargados de realizarlos, deberán aplicar todas las herramientas informáticas que se encuentren disponibles o que sean pasibles de desarrollo, con el fin de lograr una interacción efectiva y sinérgica entre todos los organismos de la Administración Pública Nacional, con el objetivo de reducirle al mínimo indispensable las cargas al administrado.

Peligros

Entre los riesgos vegetales de este abandono, se encuentran: polilla gitana, chinche apestosa (chinche manchada), HLB, mosca de los frutos y lobesia botrana. Por el lado animal: fiebre aftosa, vaca loca, peste, porcina africana, influenza aviar, peste equina.

“Hay enfermedades endémicas en el mundo, por ejemplo ahora en África está la fiebre porcina, que si ingresara en nuestro país destruiría gran parte de la producción nacional, del cerdo por ejemplo”, ejemplificó Soria.

Y agregó: “Nos enteramos hace poquito, por medio de denuncias de empresas que trabajan en el sector del puerto, que el Senasa no sube más a los barcos. El presidente firmó una resolución y disolvió la oficina de controladores. No van más a bordo de los buques. Una locura.”

Para graficar el funcionamiento del organismo en el puerto y la gravedad de la situación, el integrante de la UCI especificó que “la mugre y las pestes vienen en plásticos , botellas por ejemplo, y cuando llega un barco, lo muerde un roedor, que funciona como vector de enfermedades”.

“El puerto es el lugar de la provincia donde más vectores hay en el país y justo llega el 80% de los barcos provenientes del mundo. Firman en Buenos Aires los decretos y acá nosotros somos responsables de enfermedades”, expuso.

“Por la fiebre porcina, China acaba de cortar la compra de cerdo a África, no hay más mercado de venta, justo podríamos salir a venderle al mundo y sacan las barreras fitosanitarias. Es lo mismo que mañana decreten que no esté mas el Senasa en los aeropuertos”, agregó Soria.

Finalmente, concluyó: “Es algo muy infantil, no lo entiendo, no hay negocio, no hay nada. En todo el cordón hay seis personas, no es tampoco un tema presupuestario. Esto hay que tomarlo con la seriedad que corresponde, es muy grave”. Lo cierto es que la estadía de un barco amarrado en el puerto aguardando descargar es muy cara en dólares, y es el costo que aparentemente se buscó reducir. Es el único motivo que aparece como posible, aunque irracional, para tamaña dejadez.

Según confirmaron desde la UCI, la situación derivada del decreto se traslada a todo el país, con lo cual el riesgo sanitario es un tema de soberanía nacional.