Luego del aumento del 4% registrado a inicios de agosto, y mientras el Gobierno Nacional negocia a contrarreloj con las petroleras para extender el acuerdo de precios de los combustibles, los surtidores de Shell registraron un nuevo aumento en las últimas horas. Cabe destacar que a partir de este martes 15 de agosto quedó sin efecto el programa Precios Justos Combustibles.

En Rosario, la suba –que tuvo lugar tras las elecciones primarias y luego de que el gobierno impulsara una devaluación cercana al 22%– rondó los $15 por litro: según el tipo de combustible, representa un incremento de entre el 4% y el 5,5%. Así, el litro de nafta súper cuesta $286,2; el de V-Power Nafta o premium, $349,3: el de Evolux Diesel, $315,2; y el de V-Power Diesel, $378,2.

En este marco, y tras un cuatrimestre con aumentos de 4,5% mensual en las naftas, el Gobierno trabaja para extender el acuerdo de Precios Justos Combustibles –que venció este 15 de agosto–, pero aún no hay fecha para una reunión con las principales petroleras del país.

Los aumentos correspondientes a agosto ya habían sido aplicados en las primeras 72 horas del mes, cuando todas las petroleras adelantaron las subas una semana por segundo mes consecutivo y reajustaron los precios un 4,5% en promedio. A este porcentaje, ahora se suma un nuevo ajuste que varió entre 4% y 5,5% y que elevó los precios $15.

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En los primeros ocho meses del año, el precio de las naftas está más de 20 puntos por debajo de la inflación. De enero a agosto, con dos cuatrimestres de Precios Justos a cuestas, las naftas aumentaron un 40,7%, casi unos 25 puntos porcentuales por debajo de la inflación general a agosto que estaría en un 65% aproximadamente.

Según trascendió, la Secretaría de Energía tendría planeado en las próximas semanas citar a la mesa de negociación a los directivos de YPF, PAE (Axion), Raízen (Shell) y Transfigura (Puma) para coordinar las pautas de aumento para el próximo cuatrimestre con el que cerraría la gestión del presente gobierno.

Las petroleras apuntan que desde hace tiempo registran una pérdida de rentabilidad, principalmente debido a la inflación, el aumento de costos generales, la baja de consumo y el reacomodamiento de precios demasiado escasos para sus necesidades.

Por su parte, los estacioneros agrupados en la Confederación del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA) también reconocen los riesgos y se encuentra en estado de emergencia ante “la caída estrepitosa de la rentabilidad, la regulación de los precios de los combustibles, las negociaciones paritarias y el atraso en las comisiones abonadas por contrato por las petroleras”.

A estas problemáticas, ahora se le suma el impacto del dólar maíz, que pesa sobre este cereal y las economías regionales para cumplir con los puntos del acuerdo con el FMI.

Esto hizo que el sector de maíz se volcara íntegramente a la exportación, dejando de lado el abastecimiento interno y disparando los precios locales. Esto impacta también en las petroleras dado que las refinadoras de petróleo están obligadas a cortar los combustibles fósiles con biocombustibles.

En el caso de la nafta, ese corte está establecido en el 12% de cada litro, que debe ser cumplido con bioetanol que surge, mayoritariamente, del procesamiento de maíz. Con lo cual el costo subió considerablemente.