El mercado de bebidas energizantes en la Argentina, y en la provincia de Buenos Aires especialmente, creció durante 2018 un 15 por ciento, mientras que el consumo de jugos, gaseosas, aguas saborizadas y otras propuestas sin alcohol cayó más del 10 por ciento, según datos de la industria.

En el país, la ingesta de bebidas energizantes se emparenta con la noche, aunque los números del sector marcaron que en la Argentina se venden aproximadamente unas 125 millones de latas al año y el consumo nocturno apenas supera el 20 por ciento, de acuerdo con cifras de la Cámara de Fabricantes de Alimentos Dietéticos y Afines (CAFADYA).

«Los energizantes fueron pensados para ser consumidos por personas que necesitan un ´empujoncito´ de energía en determinadas ocasiones, o que están cansadas y desean realizar actividad física o mantenerse despiertos por más tiempo debido a la energía mental que brinda la cafeína», revelaron fuentes del sector alimenticio consultadas para el informe de la CAFADYA.

La expansión al mercado de bares y boliches y -en especial- la mezcla con alcohol es quizás el punto más cuestionado a estas bebidas, pero también el que, casi en secreto, las marcas con más peso dejan de lado, de la mano de una propuesta vinculada al consumo diurno y al deporte.

Las bebidas energizantes desembarcaron en 2000 y enseguida acapararon el mercado, pero desde el sector señalaron que en territorio bonaerense se vive una realidad diferente, ya que se limitó su consumo en la noche en 2009 cuando se aprobó la «Ley de Nocturnidad» durante la administración de Daniel Scioli (Ley 14.050), impidiendo a todas las marcas su comercialización nocturna en bares y boliches, con excepción de un producto de origen nacional.

En el resto del territorio argentino todas las marcas pueden venderse en cualquier espacio y horario -con mínimas excepciones- sin las restricciones que aún hoy continúan vigentes en la provincia de Buenos Aires.

«A los fines legales la regulación nacional ya cambió en 2013 y dejó atrás aspectos de la normativa provincial de nocturnidad de 2009. Hoy por hoy, en sentido estricto, no existen esas categorías artificialmente creadas por la ley sciolista para los llamados energizantes», explicaron técnicos de CAFADYA, cámara que agrupa a fabricantes de alimentos especiales.

Tras la llegada de María Eugenia Vidal como gobernadora, en diciembre de 2015, el objetivo era apostar a una regularización de la normativa, en sintonía con la que rige en el resto de los distritos provinciales y en la ciudad de Buenos Aires.

El Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas (REBA), que funciona bajo la órbita del Ministerio de Seguridad bonaerense, definirá en forma conjunta con las autoridades sanitarias un marco de certidumbre legal para la industria y los consumidores.