Los trabajadores de la empresa Adidas y de otras empresas de la actividad del calzado denunciaron que las firmas que se encuentran afincadas en Argentina, «con complicidad de diferentes fábricas del sector de capitales internacionales, como es el caso del grupo de origen brasileño Paquetá, radicada en la localidad de Chivilcoy y Gaelle, se han fijado como objetivo sembrar la desocupación con cientos de despidos sistemáticos de trabajadores».

Desde la entidad gremial señalaron que «estos establecimientos fabriles decidieron continuar importando como lo hacen hasta el presente en detrimento de la fuerza del trabajo argentino, con todo lo que implica eliminar miles de puestos de empleo en perjuicio del funcionamiento de la economía de cada zona, poniendo en estado de abandono a familias enteras».

«Dicha política, la aplican para seguir accediendo a mercaderías provenientes principalmente desde los países asiáticos, donde la tarea de quienes elaboran estos productos, se acerca a prácticas laborales similares a los tiempos de esclavitud», manifestaron en un duro comunicado.

Según los afectados, a estas empresas «no les es suficiente que se le hayan rebajado los derechos de importación de partes (Kits) del 35% al 15%, porque en su voracidad por obtener mayores ganancias a costas de la explotación de los trabajadores de los países asiáticos, eligen la importación, sin ejercer ningún tipo de compromiso con la economía local. Y porque a diferencia de esos países en Argentina, tienen que cumplir con los Convenios Colectivos de Trabajo y la Legislación laboral vigente».

En el mismo sentido, refirieron que aún «están frescos los cientos y cientos de despidos que Adidas produjo en Coronel Suarez y en Extreme Gear en Esteban Echeverría, ambas también radicadas en la Provincia de Buenos Aires. Como lo hiciera en tiempos pasados con Gatic S.A., en una clara demostración de su falta de interés por producir en nuestro país».

Para luego señalar que «es cierto que la actual política económica del gobierno a través de su rol cuasi inexistente y directamente contrario al incremento productivo de nuestra actividad, arrastra a situaciones similares a prácticamente todas las empresas de nuestra actividad».

Los trabajadores apuntaron a las dirigencia empresarial y los responsabilizaron por «la falta de respuesta a nuestros reiterados reclamos y solicitudes para corregir este tipo de medidas, que intentamos vehiculizar desde el mismo momento que percibimos que estas políticas indefectiblemente estaban provocando la aniquilación de la industria del calzado. Por eso nos declaramos en su oportunidad en Estado de Movilización permanente y protagonizamos marchas y medidas de fuerza en las que contamos con el acompañamiento de la Confederación General del Trabajo, junto a otras organizaciones sindicales».

Respecto de cual es la mecánica con la que operan las firmas del sector, explicaron en el escrito que se esta «viviendo la puesta en práctica del plan final de esta acción de saqueo, no sólo en la continua expulsión de la fuerza laboral a través de despidos y suspensiones, sino también en la determinación del cierre de fábricas, con la instrumentación de retiros voluntarios o propuestas indemnizatorias que a primera vista pueden parecer tentadoras para quienes temen perder su estabilidad laboral, pero que significará su definitivo aislamiento social, sin ninguna posibilidad de reinserción como fuerza productiva, más allá de anuncios oficiales carentes de toda racionalidad y lógica credibilidad».

«El capital privado que opera en Argentina está obligado, al menos hasta ahora, a acatar las normas que rigen en nuestro país y que en verdad existen gracias a la historia de lucha del sindicalismo nacional, lo que permitió conquistar derechos adquiridos, únicos en toda Latinoamérica y en la gran mayoría de los países de otras latitudes. Aún así, hoy se pretende seguir avanzando sobre estas conquistas, con la aprobación de una reforma laboral, que busca destruir los principios básicos de nuestra comunidad que siempre tuvo como objetivo alcanzar una auténtica Justicia Social», consignaron en el escrito.

En relación a que tipo de respuesta se ensayó desde la organización sindical expusieron que es necesario «hacer un llamamiento a la solidaridad, a las autoridades del fútbol argentino, representado por la AFA, Futbolistas Agremiados y los clubes confederados, donde esta marca viste a sus equipos».

Además refirieron que «resulta paradójico que la Selección Nacional lleve el símbolo de esta empresa, que tanta explotación viene desparramando en el sudeste asiático. Por eso llamamos a una urgente reflexión a todas estas instituciones que tienen contrato con Adidas. Estas entidades deben saber que al portar la remera esta marca, están avalando prácticas de producción cercanas a la esclavitud».

Por último, ratificaron que lucharán «contra toda forma de explotación» y que decidieron «no claudicar en la defensa de los derechos fundamentales al trabajo que marca nuestra propia Constitución Nacional. Dejando explícito nuestro accionar político, legal y sindical, para seguir recorriendo el camino de la defensa de la dignidad de la Fuerza del Trabajo», concluyeron.