Ministros y funcionarios del gobierno nacional y legisladores oficialistas cuestionaron este miércoles el paro de 12 horas y la movilización al Congreso llevada a cabo por la CGT y coincidieron en advertir que la gestión del presidente Javier Milei «no cederá» ante las presiones de los sectores gremiales.

«Sindicalistas mafiosos, gerentes de la pobreza, jueces cómplices y políticos corruptos, todos defendiendo sus privilegios, resistiendo el cambio que decidió la sociedad democráticamente y que lidera con determinación el presidente Javier Milei», afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en su cuenta personal en la red X.

La funcionaria aseguró que «no hay paro» que «detenga» ni «amenaza» que «amedrente» al Gobierno nacional, y en su posteo utilizó el hashtag #YoNoParo.

En tanto, antes de dirigirse al centro de monitoreo ubicado en el Departamento Central de la Policía Federal, Bullrich realizó una recorrida por el barrio porteño de Flores, donde dialogó con comerciantes y afirmó: «Estoy en Flores, todos los locales abiertos, el país no para».

«La Ciudad está trabajando, el Gran Buenos Aires también. Hay colectivos que circulan con gente que va al trabajo. La movilización es un punto mínimo en relación a la cantidad de gente que ha decidido trabajar», expresó la funcionaria.

Bullrich, al mostrar a los periodistas imágenes de la zona del Congreso, indicó que «hemos logrado que la CGT ponga el palco donde le habíamos indicado, y se ve que la movilización está yendo por la vereda».

Por otra la parte la ministra se quejó por «la vergüenza» que «han hecho con el transporte», al referirse al hecho de que el transporte público circulará este miércoles solamente hasta las 19 horas. «Lo que han hecho de acomodar los colectivos y el transporte al paro es una vergüenza, para que la gente vaya (a la movilización) y después la dejan a pata y no puedan volver», expresó.

También señaló que hubo «denuncias a más de 40 gremios por aprietes» para concurrir a la movilización, realizadas a través de la línea 134, que el Gobierno nacional habilitó para realizar este tipo dehechos. «Las denuncias que se reciben al 134 se judicializan, y hemos tenido ya 53.000 denuncias, y en estos últimos días antes del paro nos cuentan que los aprietan, que tratan a la gente como animales», precisó la funcionaria nacional.

En tanto el vocero presidencial, Manuel Adorni, consideró que el paro de la CGT resultó una «complicación» y «una pérdida de dinero para muchísimos argentinos», y desestimó la posibilidad de que el Gobierno establezca un diálogo con la central obrera. «Encontrar hoy una vía de diálogo con gente que intenta complicar la vida al resto de los argentinos. No dejan de ser un grupo minoritario», afirmó Adorni acerca de la CGT.

En ese sentido, Adorni a las afirmaciones efectuadas días atrás por Pablo Moyano, uno de los cotitulares de la CGT, quien dijo que la medida de protesta tenía como fin «voltear el DNU» 70/23 y «la Ley Ómnibus», como se denominó en un comienzo al proyecto de Ley Bases que tuvo esta madrugada dictamen mayoritario en la Cámara de Diputados.

Y agregó: «A uno le queda la triste sensación de que el paro se haya transformado en algo más político que sindical o (que procura) buscar el bienestar de un grupo de gente que ellos representan. Nosotros seguimos extrañados por la velocidad con la que lo han anunciado. En definitiva, entendemos que hoy es un día triste porque mucha gente que quiso tener un día normal no pudo.

También el ministro de Economía, Luis Caputo, cuestionó la medida de fuerza sindical al opinar que se trató de un «paro político» decido porque, a su criterio, el Gobierno tomó medidas que afecta los «privilegios» sindicales.

En su cuenta de la red social X, Caputo mencionó la anunciada adhesión a la manifestación de la CGT del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, para considerar que «nunca» fue «tan claro para la sociedad» que el paro sindical fue «político».

«El paro no tiene justificación. Convocado por la oligarquía de millonarios con autos blindados y chofer, falsos representantes de los trabajadores, ratifica que estamos en el camino correcto», escribió la canciller Diana Mondino también en su cuenta de X. Y agregó: «Las cosas se consiguen con esfuerzo, no llorando y pataleando. No les tenemos miedo», concluyó.

En esa misma línea el ministro de Defensa, Luis Petri, opinó que la huelga fue convocada por «sindicalistas que estuvieron callados durante cuatro años», en referencia al gobierno del expresidente Alberto Fernández. «Que sepan que no hay paro que pueda frenar la ola de cambio de los argentinos que nació en la última elección y que lleva adelante nuestro Presidente», agregó el funcionario.

En el ámbito legislativo, el senador nacional de La Libertad Avanza (LLA) Francisco Paoltroni sostuvo que el paro convocado por la CGT se trató de «una medida de supervivencia».