El gobierno nacional finalmente logró un considerable consenso entre los gobernadores para avanzar con la elaboración del Presupuesto 2019, que incluirá un fuerte ajuste en las cuentas públicas para cumplir con los requerimientos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para liberar más dólares.

Con algunos cuestionamientos, 19 de 24 mandatarios provinciales se «comprometieron» a no obstruir la aprobación de la «ley de leyes», es decir a no dejar sin presupuesto al gobierno para el próximo año, lo que no sólo sería percibido como una «mala señal» de gobernabilidad hacia los mercados sino también un «papelón» institucional, y que encima le permitiría al Ejecutivo disponer a discreción de los recursos fiscales de la Nación.

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Al término de la reunión que encabezó el presidente Macri en Casa Rosada, dieron una conferencia de prensa el ministro de Interior Rogelio Frigerio, principal alfil del gobierno en la negociación, Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda y mediador ante el FMI, y los y los gobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Gustavo Valdés (Corrientes).

«Hemos logrado el entendimiento de miembros de la oposición de alcanzar el equilibrio presupuestario», expresó Dujovne en el inicio de la exposición.

Por su parte, Frigerio remarcó que «encontramos en los gobernadores un acompañamiento, primero para que el Presidente cuente con la herramienta institucional fundamental, que es el Presupuesto que se vota todos los años, y segundo, el convencimiento de que ese Presupuesto tiene que ser con equilibrio».

«Dimos el marco del consenso político para lograr un presupuesto equilibrado», deslizó Urtubey.

El encuentro también dio lugar a reclamos de parte de algunos gobernadores, como el caso de María Eugenia Vidal, quien reclamó por la actualización por inflación del fondo del conurbano de 2018 y 2019.

Otros gobernadores, de raigambre peronista, manifestaron también sus dudas en torno al acuerdo con el Fondo Monetario, que ata sus nuevos desembolsos a «señales políticas» así como pidieron transparencia en el gobierno con los números proyectados, por ejemplo de inflación y tipo de cambio, si es que alguien conoce con certeza esas cifras. Al menos pretenden conocer las verdaderas proyecciones oficiales.

Los mandatarios provinciales además, terminaron por aceptar hacerse cargo de 100.000 millones de pesos que incluyen el Fondo Solidario (Fofeso) o «Fondo Sojero», el traspaso de los subsidios al transporte y la transferencia de los subsidios a la tarifa social de las eléctricas.

El gobernador santafesino Miguel Lifschitz se ausentó, en parte por un viaje al exterior, y en parte, como manifestó, porque el gobierno pretende hacer a los gobernadores «socios del ajuste».

Tampoco fueron de la partida Carlos Verna (La Pampa), que alegó un problema de salud; Alberto Rodríguez Saá (San Luis), y Alicia Kirchner (Santa Cruz), así como Gustavo Bordet (Entre Ríos), de viaje en Estados Unidos.

Si bien no hubo foto completa ni firma de ningún tipo de documento oficial, como esperaban algunos, si hubo un respaldo tácito al Presupuesto. Esto fue en el cara a cara, pero la discusión ahora se traspasará al Congreso, donde las lealtades y palabras de legisladores, mandatarios y funcionarios volverán a ponerse a prueba, sobre todo en una negociación fiscal que siempre va al hueso de la política: los fondos, y los fondos son votos.