El ministro de Seguridad de El Salvador, Gustavo Villatoro, llamó a su par de Argentina, Patricia Bullrich, para remarcarle que la foto que difundieron emulando las tácticas del presidente salvadoreño Nayib Bukele en las cárceles fue «un error muy grave» porque constituyó una provocación sin tener control alguno del territorio.

«Es un error muy grave lo de la foto, están equivocados; eso solo lo podés hacer cuando las bandas ya están neutralizadas y tenés el control total de la calle», manifestó el titular del Ministerio de Seguridad de El Salvador, durante una conversación telefónica con Patricia Bullrich, según publicó el diario Clarín.

La llamada habría sido realizada por el propio Gustavo Villatoro, quien tomó conocimiento de las fotos que difundió el Gobierno de Santa Fe encabezado por Maximiliano Pullaro, en las que se podía ver a decenas de detenidos en una postal similar a las que se vieron en el territorio salvadoreño comandado por Nayib Bukele.

Las imágenes de los presos de alto perfil buscaron publicitar el despliegue de una estrategia de mano dura al interior de los penales, sitio en el que -según señalan varias investigaciones- se diagraman varios de los hechos violentos que después azotan a Rosario.

Sin embargo, el ministro de Seguridad de Nayib Bukele habría sentido la necesidad de advertirles que estas acciones estaban lejos de producir un impacto positivo en los niveles de violencia que padece la ciudad en particular y el territorio santafesino en general.

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Es que, tal apuntó Villatoro, la difusión del endurecimiento de las condiciones de detención se produjo sin que -como quedó demostrado en las jornadas posteriores- haya capacidad de prevención de la respuesta que podía venir -y vino- de parte de las organizaciones delictivas.

En la mencionada comunicación con Bullrich, el ministro de Seguridad de El Salvador lo puso en palabras concretas: «Solo podés hacer eso (en referencia a difundir la foto) cuando tenés el control total de la calle».

Rosario sufrió una escalada de hechos violentos que inició con la balacera a dos colectivos que trasladaban personal del Servicio Penitenciario, el pasado 2 de marzo, y continuó con cuatro asesinatos a trabajadores que se encontraban ejerciendo sus labores cotidianas (dos taxistas, un colectivero y un playero de una estación de servicio).

Recién un par de días después del último de estos asesinatos, la ministra Patricia Bullrich y el titular del Ministerio de Defensa, Luis Petri, arribaron al territorio santafesino para anunciar la llegada de 450 efectivos federales y personal de las Fuerzas Armadas, que colaborarían en tareas logísticas. Desde entonces, las amenazas a distintos establecimientos de la ciudad como escuelas y trabajadores de centros de salud continuaron, razón por la estos últimos tienen su atención afectada.

Cabe recordar que el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, manifestó no estar arrepentido de haber mostrado esas imagenes de los detenidos y aseguró que «cada vez la van a pasar peor».