El presidente Alberto Fernández afirmó este miércoles que «no es verdad que no tenemos un plan, no lo contamos porque estamos en plena negociación y contarlo sería mostrar las cartas» y agregó: «Estamos jugando al póker y no con chicos».

El jefe de Estado habló durante una conferencia magistral a estudiantes del Instituto de Estudios Políticos de París, en el marco de su gira por Europa.

«Tenemos a Messi, Maradona y al Papa; pero tenemos un 40% de pobreza. Nada de eso sirve para calmar la vergüenza y el dolor como sociedad de la pobreza», sostuvo el jefe de Estado.

En ese mismo sentido, agregó: «Entre las cosas que decimos los argentinos es que somos capaces de producir alimentos para 400 millones de personas. ¿Y no podemos alimentar a 15 millones? Algo no está bien en Argentina. Y algo está tan mal como en toda América Latina».

En el marco de la gira europea que cerró en Francia, el Presidente dijo que «el plan es volver a poner en funcionamiento la economía argentina» y señaló que hay que negociar «con inteligencia».

También hizo referencia a la gestión del ex mandatario Mauricio Macri, la cumbre del G20 que se realizó en Buenos Aires y también que en los próximos días enviará al Congreso una ley para la despenalización del aborto.

Ante una consulta de los asistentes a la charla, Fernández indicó que el ministro de Economía, Martín Guzmán, concurrirá al Congreso el 12 de febrero para «explicar todo lo necesario para que todos entiendan de qué se trata la necesidad de hacer sostenible la deuda, que quiere decir darle tiempo a la Argentina para que vuelva a crecer y poder pagar».

Sobre la gira, afirmó que en las reuniones con empresarios que tienen inversiones en la Argentina le pidió que «confíen en el país, que sigan produciendo, generando trabajo».

«No quiero que la solución sea la eterna ayuda a los sectores más necesitados. Quiero que esos sectores trabajen y generen su propia fuente de ingresos. Hay que hacerlo invirtiendo y dando trabajo», sostuvo.

Acerca de la cumbre del G20 realizada en el país, reveló que dos mandatarios que participaron de ese encuentro no fueron debidamente informados sobre la crítica situación que atraviesa la Argentina.

«No hay ninguna forma de encarar la realidad que no sea asumiéndola y durante cuatro años hubo un gobierno que vendió una realidad que no existía«, destacó el mandatario.

Al respecto, expresó que Macri recibió «un país con tres problemas que los profundizó y nos trajo más. Pero nos vamos a volver a levantar. No me pregunten cómo lo hacemos porque la verdad no lo entiendo. Pero lo hacemos».

«Todo esto ocurre en el mismo momento en que estamos asediados por una deuda que ha sido tomada irresponsablemente en poco tiempo. El problema no fue que se tomó mucha deuda en poco tiempo, sino que se comprometieron a pagarla muy rápido. Y esa es una ecuación imposible», añadió.

Se quejó porque «a veces, en nombre de la libertad de los mercados, en nombre de la apertura económica, se condena a los pueblos a lo que está condenado hoy mi pueblo».

Finalmente, el mandatario se refirió a la deuda de la provincia de Buenos Aires: «Con Axel (Kicillof) coincidimos en que pague, lo que no significa que estamos en condiciones de pagar».

Aborto: un objetivo en la gestión de Fernández

Fernández, además, ratificó que su administración enviará un proyecto de ley de legalización del aborto al Congreso, al hablar ante un auditorio repleto en el Instituto de Estudios Políticos de París, y advirtió que se trata «de un tema que debemos resolver desde la salud pública».

«No vivo en paz con mi conciencia sabiendo que una mujer tal vez necesita practicarse un aborto, no tiene las condiciones económicas para pagarlo y termina en manos de un curandero que con una aguja la termina lastimando y a veces matando», destacó.

«En la Argentina el aborto es un extraño delito en los que casi nunca se condena a ninguna mujer por aborto, pero sabemos que existe», sostuvo el jefe de Estado y remarcó que «el problema es que en Argentina todo aborto es clandestino».

En ese sentido, manifestó que «el problema es más agudo si la clase social es más baja. Si es pobre, toda su vida corre peligro».

Fernández expresó asimismo que la mujer que interrumpe el embarazo «si es de clase alta, seguro será en condiciones de asepsia adecuado y su salud estará garantizada», pero advirtió que «si estamos en presencia de una mujer sin recursos, su vida estará en riesgo».

Y agregó: «Voy a mandar una ley que termine con la penalización del aborto y permita la atención en cualquier centro público»,tras lo cual fue ovacionado por el auditorio y las personas que seguían la conferencia desde una galería en el piso superior.