El presidente Alberto Fernández afirmó este miércoles que el país atraviesa un «récord de exportaciones» y registra la «tasa de desempleo más baja en muchos años», indicadores que, según el mandatario, demuestran «un crecimiento sostenido y un potencial enorme».

«Argentina tiene récord de exportaciones. Ha regenerado más de 1.500.000 de puestos de trabajo. Las inversiones en gas y agro siguen llegando a una velocidad enorme. Tenemos la tasa de desempleo más baja en muchos años», enumeró el Presidente en un ciclo de videoconferencias organizado por The Financial Times.

«El salto es industrializar a la Argentina. Que la Argentina deje de ser un exportador de productos primarios y se convierta en un país industrial», afirmó el Presidente.

En esa línea, puso en relieve la «oportunidad» que tiene el país a través de la explotación del litio.

«Las provincias argentinas están trabajando para tratar de ver de qué modo agregarle valor al litio para que salga con un nivel de industrialización mayor», explicó Fernández.

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Consultado sobre un posible organismo que reúna a naciones latinoamericanas exportadoras de litio, al estilo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), el mandatario indicó «no sé si se va a concretar», pero estimó que tendría el objetivo de «preservar nuestros recursos».

«La idea de la Opep del litio, que alguna vez hablamos con Luis Arce (presidente de Bolivia) y le planteé a Gabriel Boric (mandatario de Chile), no es con el propósito de extorsionar con el precio de litio, sino con el propósito de preservar nuestros recursos», detalló.

En tanto, remarcó que el objetivo es «evitar el extractivismo puro y agregarle valor» a esta materia prima.

«Soy un enemigo de las lógicas extractivistas de los minerales. No quiero sacar el litio puro si es posible hacer baterías para el mundo», subrayó.

Con respecto al avance del gasoducto Néstor Kirchner, que llevará gas licuado desde el yacimiento Vaca Muerta, en Neuquén, hasta la localidad bonaerense de Salliqueló, el Presidente indicó que estará listo «el 20 de julio del año entrante» y que permitirá «no necesitar más gas importado», e incluso «vender» este suministro a otros países.

«Vamos a cerrar todos los acuerdos con Boric para que seamos un proveedor de gas. Cuando lleguemos a la frontera con Brasil, ya hemos hablado con Lula (Da Silva, mandatario electo de Brasil). Buscaremos el modo en que ese mismo gas pueda cruzar la frontera y convertirse en proveedor de Brasil», explicó sobre una energía que considera «una gran oportunidad» para el país.

A la vez, Fernández ratificó su alianza con el futuro Gobierno de Luiz Inácio «Lula» Da Silva en Brasil: «La presencia de Lula en el Gobierno de Brasil a muchos de nosotros nos tranquiliza. Objetivamente Lula es un líder. Tengo un cariño entrañable con él, lo conozco hace muchos años. Me pone muy contento que sea Presidente de nuevo. Tenemos ideas muy cercanas».

En ese marco, el mandatario también abordó la cuestión económica regional y advirtió que «para Brasil y para Argentina, productores de automóviles, los únicos productores en América del Sur, es un problema ese acuerdo (con la Unión Europea)» impulsado a mediados de 2019 por las naciones del Mercosur -cuando Mauricio Macri aún gobernaba la Argentina- y del conglomerado europeo. Para entrar en vigencia, ese acuerdo requiere, por ejemplo, de ratificación parlamentaria y jurídica de las partes.

En relación a las elecciones presidenciales del año próximo, sostuvo que no está pensando en ellas, sino que quiere «terminar su mandato habiendo sembrado oportunidades» en un país que tiene «una oportunidad de futuro extraordinaria».

«Estoy pensando sólo en resolver problemas del país, no estoy pensando en la elección», afirmó.

En cuanto a las relaciones políticas internacionales, Fernández dijo que «Estados Unidos está muy preocupado por lo que China puede hacer en América Latina», pero «no tenemos preferencia por China o Estados Unidos, porque no creo en el mundo bipolar».

«China nos ha apoyado mucho en los últimos años con obras públicas, si la ayuda viniera de Europa o Estados Unidos sería también bienvenida, como la inversión china. No creo en el mundo bipolar. El hemisferio sur padeció la guerra fría y no quiero otro mundo bipolar», recalcó.