El jefe de la delegación sindical argentina en la 108ª Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gerardo Martínez, reclamó hoy en Ginebra «urgentes medidas» para atender «la situación económico-social con inflación, desempleo, continua pérdida de puestos de trabajo, caída de los salarios y del poder adquisitivo, cierre de empresas y aumento de la pobreza».

«La realidad del país exige sostener el empleo, recuperar el poder adquisitivo de los salarios, reducir los índices de inflación, mejorar los ingresos de jubilados y pensionados y recrear el mercado interno y el desarrollo productivo», consideró el dirigente al exponer hoy en la sesión plenaria de la conferencia anual del organismo laboral tripartito en representación de los trabajadores argentinos.

Según un comunicado de prensa de la Uocra, Martínez, quien integra el Consejo de Administración de la OIT, y fue electo esta semana en Ginebra vicepresidente del Grupo de Trabajadores de las Américas, afirmó que la Argentina está en «las garras de las famosas recetas de ajuste del Fondo Monetario Internacional (FMI), que jamás consideran el crecimiento», y señaló que «el país y los trabajadores no quieren seguir por ese camino para ser la variable de ajuste».

«El FMI debe evolucionar y modernizar su visión estratégica, pensar en la economía productiva e impulsar el crecimiento con estabilidad económica», precisó.

El sindicalista, que es también secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, añadió ante la plenaria de 187 Estados miembros que integran la OIT que «esa descripción del país no es especulativa ni ideológica», y ratificó la necesidad de adoptar «urgentes medidas».

Martínez reafirmó que «nadie se realiza en una sociedad que no se realiza»; ratificó que los trabajadores apuestan con su aporte a «la búsqueda de consensos» y dijo que «son tiempos de soluciones que tiendan a la unidad, que es la única garantía que permitirá recuperar el trabajo y la producción como valores del progreso social».

«En unos meses los argentinos tendrán la ocasión de enriquecer su oportunidad como Nación a través del voto soberano y obligatorio del pueblo. En ese acto definirán el trazado de su futuro y cómo salen de la recesión económica y del estado de angustia social. Se necesita el reencuentro desde la unidad nacional, con una política que garantice el diálogo social y la concordancia, sin mezquindades, como valores supremos», puntualizó.

El jefe de la delegación sindical, acompañado por varios integrantes del consejo directivo de la CGT y dirigentes de ambas Centrales de los Trabajadores Argentinos (CTA y CTA Autónoma), exhortó a enfrentar «los desafíos y a comprender los cambios estructurales provocados por la globalización, que favorece a muchos sectores pero que no resuelve los problemas de la desigualdad, el hambre, la pobreza y la desocupación».

«El desarrollo sostenible y los objetivos que plantea la Agenda 2030 de la OIT requieren de ‘instituciones sostenibles’ que se adapten a los cambios que el mundo de la modernidad plantea, pero que además deben tener objetivos claros de justicia social. La única forma es a través del diálogo social institucional, un contrato social que ofrezca respuestas políticas para los graves problemas», señaló.