Casi dos meses después de su desplazamiento, Juan José Gómez Centurión fue repuesto hoy al frente de la Dirección General de Aduana y aseguró que «más que una cama» le hicieron «una operación compleja, que llevó bastante tiempo».

Su regreso al cargo se produjo luego de que la semana pasada el juez federal Ariel Lijo manifestara en un fallo que «el resultado de las medidas dispuestas» en la causa contra Gómez Centurión «no han permitido un avance sobre su eventual responsabilidad en las maniobras denunciadas».

«Más que una cama, me hicieron una operación compleja, que llevó bastante tiempo. Fue una operación bastante compleja. Gente que tuvo capacidad de seguimiento, de instalar micrófonos, tomar llamadas, de armar un ensamble. Es el típico modelo de operación: una causa insostenible pero que lleva al linchamiento mediático», sostuvo el funcionario nacional.

La reposición al frente de la Aduana quedó plasmada en la disposición 359 de la AFIP, en la que se recordó que el 19 de agosto de 2016 Gómez Centurión había sido suspendido «hasta tanto se dilucidasen los hechos que resultaran objeto de investigación en la causa judicial que se iniciara oportunamente por denuncia recibida por el Ministerio de Seguridad y que tramita por ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 4».

Luego del fallo del juez Lijo, el presidente Mauricio Macri había decidido el pasado miércoles que el desplazado funcionario, con quien se había reunido en la residencia de Olivos, fuera repuesto en su cargo.

«En la situación actual, incluyendo los trámites y tiempos judiciales, encuentra en las actuales circunstancias mérito suficiente para permitirle al nombrado el ejercicio del cargo como Director General de Aduanas», concluyó el texto publicado en el Boletín Oficial.

Consultado respecto al accionar de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien informó al Presidente de la situación y dio curso a la denuncia recibida de forma anónima, Gómez Centurión remarcó que su relación con la ex diputada es de «confianza mutua».

«Hablamos, nos mandamos mensajes, hemos hablado por teléfono; entendí su situación claramente», confesó el funcionario nacional, quien consideró que con su situación representa «un caso inédito que inaugura el Presidente con una actitud muy fuerte hacia cualquier denuncia o sospecha de corrupción entre sus funcionarios de que rápidamente se van a tomar medidas para que actúe la Justicia».

En ese sentido, el director de la Aduana celebró la actitud adoptada por el jefe de Estado: «Después de la promesa que hizo el Presidente de ser él un actor activo en la lucha contra la corrupción, entiendo perfectamente la decisión que tomó. Yo hubiera hecho lo mismo».

Y concluyó: «La Justicia se expidió rápido con respecto a mi vinculación a este hecho y hoy tengo el gusto y la suerte de volver a cubrir mis funciones».

Gómez Centurión había sido desplazado por el presunto pedido de coimas a empresarios para permitirles ingresar bienes por fuera de la inspección a la que deben ser sometidos.

Durante sus días fuera de la Aduana, el repuesto funcionario fue respaldado públicamente por la líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, quien había asegurado que el director de la Aduana había sufrido «una burda operación de inteligencia» que «tiene que ver con la efedrina».