El Movimiento Libres del Sur lanzó a Jesús Escobar como precandidato a la presidencia, un dirigente neuquino que afirma que su primera medida al arribar a la Casa Rosada sería bajarse el sueldo, «y el de toda la clase política», no porque considere que generaría un ahorro importante para las arcas estatales, sino porque achicaría la brecha que -entiende- existe entre los gobernantes y el pueblo. Según plantea, dicha distancia es la que termina aletargando las respuestas a los problemas estructurales del país. Desde su perspectiva, deben tomarse medidas urgentes y con la contundencia requerida para atender la emergencia. «Si es necesario mandar a la Gendarmería a las principales productoras de alimentos para llenar las góndolas, hay que hacerlo», resaltó Escobar en una entrevista exclusiva con Conclusión.

«Lo primero que haría sería bajarme el sueldo como presidente y a toda la clase política, no porque crea que allí está el problema económico de la Argentina, pero sí considero que la política debe enviar una señal muy fuerte hacia el conjunto de la ciudadanía. Lo digo sin vueltas, esta clase política -que componen oficialismo y oposición- no sirve para nada. Hay que echarla con los votos. Debemos construir, y de hecho ya está en construcción, una nueva clase política. Es la que se ve en los jóvenes; en el movimiento de mujeres; la que enfrentó la pandemia en comedores; las organizaciones que tienen valores y principios distintos a estos políticos que solo piensan en su ombligo», afirmó el dirigente del Movimiento Libres del Sur.

Escobar indicó que la agenda política de los últimos tiempos expone a las claras cómo la dirigencia está abocada a atender problemáticas diferentes a las que conforman el eje de la emergencia social que atraviesa el país. Tal apuntó, el partido judicial -con los ministros de la Corte Suprema enquistados en su máxima esfera- y la condena a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ascendieron al primer puesto en el ranking de discusiones palaciegas, mientras que -advirtió- millones de niños comen solo una vez por día y cientos de miles de trabajadores no llegan a fin de mes.

«Esta clase política realmente destrozó todo lo que había que destrozar. Destrozó la economía, pero también destrozó la identidad argentina; no hay patriotismo, mucho menos coraje; no existe decisión de avanzar en la construcción de un Estado; de un modelo que le de respuesta al pueblo. Solamente le defienden el bolsillo a las grandes empresas. Voy a construir un nuevo Estado Benefactor. Hay que volver a transformar en derecho cosas que hoy son privilegios», resaltó el precandidato a presidente.

Acceso a la canasta básica y soberanía alimentaria

El reclamo por políticas concretas que garanticen el acceso de la población a los alimentos que componen la canasta básica no es una novedad dentro del Movimiento Libres del Sur. Hace algunas meses llevaron al Congreso un documento con 1.850.000 firmas que pedía que los precios de los productos alimenticios y las tarifas de electricidad, gas y agua sean congelados por un año. Esto pone en juego la herramienta de la Iniciativa Popular, que habilita a los ciudadanos a presentar un proyecto de ley si consiguen juntar la adhesión del 1,5% de los votantes.

Escobar señala que está de acuerdo con la idea de crear una Empresa Pública de Alimentos a nivel nacional -debate impulsado por algunos sectores del Frente de Todos- pero entiende que es una política de mediano y largo plazo que no resolvería en shock la urgencia de aquellos que tienen actualmente dificultades para comer.

«Creemos que hay que ir hacia un congelamiento de precios en serio, no este mamarracho, esta mentira que ha hecho (el ministro de Economía, Sergio) Massa. Hay que poner todos los instrumentos del Estado al servicio de brindarle a la población el acceso a los alimentos a precios accesibles. Si fuera necesario enviar a la Gendarmería a las 10 grandes empresas que producen alimento en la Argentina para llenar las góndolas de este país, hay que enviar a la Gendarmería», aseveró.

«Claro -continuó- que hay que implementar una política de soberanía alimentaria -ligada a tener una Empresa Pública de Alimentos-, pero la gente necesita comer hoy a la noche. Entonces, hoy a la noche tiene que tener acceso a los alimentos de la canasta básica a valores razonables. No se pueden estar pagando los precios que hoy se pagan. Hay más de 100% de inflación. Soy neuquino y en la Patagonia el costo de la canasta básica total es de 215 mil pesos. Eso necesita una familia de cuatro personas para no ser pobre. En ninguna casa de los barrios de la Patagonia ocurre eso. En Rosario pasa lo mismo».

Orgullosamente patagónico

Tal repasó en exclusiva con Conclusión, Jesús Escobar nació el 10 de febrero de 1971 en El Maitén, Chubut, y a los dos años su familia se mudó a Neuquén, pasó su infancia El Huecú, localidad del norte neuquino, y su adolescencia en Cutral Co. Luego, con la intención de estudiar una carrera universitaria, pasó a vivir definitivamente en Neuquén Capital. En su juventud cursó hasta cuarto año de la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad Nacional del Comahue y fue presidente del Centro de Estudiantes de la facultad de Ingeniería.

Siendo referente provincial de Libres del Sur, terminó elegido diputado provincial en tres oportunidades y además ocupó el lugar de Convencional Constituyente en la reforma de la Constitución Provincial de Neuquén que se desarrolló entre diciembre de 2005 y febrero de 2006. Desde el partido aseguran que el dirigente fue uno de los principales defensores de la potestad de los recursos naturales en manos del Estado, condición que resultó fundamental para soberanía nacional de los recursos naturales, estando la estratégica Vaca Muerta en suelo neuquino.

«Fui presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ingeniería. De alguna manera encabezamos con el movimiento estudiantil, junto con los trabajadores, la resistencia al neoliberalismo en los 90 y en el año 2003 resulté electo diputado. Fui el diputado más joven cabeza de lista electo en la provincia de Neuquén. Soy felizmente patagónico», afirmó el dirigente, a la vez que sostuvo que su proveniencia le aporta una mirada alejada del centralismo porteño y un análisis federal de la realidad nacional. Además resaltó que en el lugar que vive está Vaca Muerta, una palanca que transformará la economía argentina.

Armado electoral

En las elecciones presidenciales de 2019, el Movimiento Libres del Sur integró el frente Alternativa Federal y respaldó la candidatura del exministro de Economía Roberto Lavagna. Luego, en el inicio del actual gobierno, brindaron su apoyo a la gestión del Frente de Todos, pero al corto plazo terminaron decepcionándose de la administración de Alberto Fernández y sus aliados.

En esta oportunidad, Libres del Sur participará como tal en las elecciones primarias y la cara de Jesús Escobar poblará las boletas en la categoría de presidente. El espacio no se siente actualmente en concordancia con las izquierdas presentes en el FIT-U ni vislumbra posibles acuerdos con otros sectores progresistas.

«Lo digo con cariño: con la izquierda aburrida es difícil avanzar. Hace 100 años que dicen lo mismo. Vos lo ves a (Jorge) Altamira y (Nicolás) Del Caño y están diciendo siempre cosas que la gente no entiende. Dicen que la salida de la Argentina es la revolución proletaria, pero no pueden explicar lo que es, tampoco cantan el himno ni reivindican a San Martín. Entonces, la verdad, lo que a mi me interesa es cambiarle la vida a la gente. Si voy a establecer una alianza política, lo más probable es que sea con millones de argentinos que hoy sufren necesidades y quieren otro país», aseguró.

Escobar está convencido de que, contrariamente a lo que exponen algunos discursos mediáticos y políticos, las ideas progresistas son las que están en crecimiento y no aquellas impulsadas por los autodenominados libertarios y la ultraderecha. Para respaldar esto, marcó que en 2021 «Javier Milei y José Luis Espert sacaron cerca del 10% de los votos y se llenó de titulares que afirmaban que se venía la derecha y calificaban de ‘tremenda elección’ los resultados obtenidos», pero en esos comicios «la izquierda, la centroizquierda y distintos sectores del progresismo cosecharon alrededor del 20% de los sufragios». Es algo que incluso ve multiplicado en el resto de los países de América Latina y -otra diferencia con los postulados masivos- puntualmente en los jóvenes.

Jesús Escobar, el precandidato de Libres del Sur para la presidencia.

Al momento de resumir un balance de la gestión del Frente de Todos en los últimos años, el exdiputado señaló que, si bien Alberto Fernández y Cristina Kirchner arribaron con la promesa de llenarle la heladera a los argentinos e implementar un rumbo distinto al esquema neoliberal trazado por Mauricio Macri y Cambiemos, terminaron arreglando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y cediendo buena parte de las riquezas generadas por el país al organismo.

«Terminaron siendo los mejores alumnos de los yankees, legalizando y legitimando ese delito que produjo Mauricio Macri, con el ilegal acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional. Hoy se ven brutalmente las consecuencias de haber avanzado con un tremendo ajuste como el que estamos viviendo los argentinos y que, en caso de no romper con el FMI, se va a profundizar», pronosticó.

El precandidato a presidente -que en todo momento muestra plena confianza respecto a sus posibilidades electorales- propone frenar el envío de recursos del organismo de crédito internacional -al menos por diez años- y utilizar esos fondos para industrializar el país y aplicar una reforma laboral que brinde facilidades impositivas al sector patronal para que regularice la situación de los trabajadores no registrados.

El rol que tendría la provincia de Santa Fe en un hipotético gobierno de Jesús Escobar; su plan para atacar la problemática de acceso a la vivienda y el alto costo de los alquileres; y su posicionamiento respecto al debate en torno a la reducción de la jornada laboral, en la entrevista completa disponible en el canal de YouTube de Conclusión.