Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires – El allanamiento judicial que se realizó este lunes con alrededor de 140 gendarmes a la sede del sindicato de Camioneros en el Barrio de Constitución, resultó para los miembros de la conducción del gremio una «factura por la medida de fuerza que se realizó el martes pasado».

Hugo Moyano afirmó esta noche que los gendarmes «han venido al pedo» a allanar la sede de su sindicato y pidió «al Presidente (Mauricio Macri) que deje de hacer gansadas y estupideces».

Al término de la semana pasada varios miembros del oficialismo tildaron la medida como «política» y definieron que «a pesar que se realizó fue un estruendoso fracaso».

En particular llamó la atención la definición que el diputado Eduardo Amadeo, en relación a la entente de organizaciones de trabajadores que concretaron el paro a las que calificó de «kirchneristas».

En este sentido el legislador de Cambiemos fue más allá y manifestó que la «desesperación que le genera a Moyano salvarse de los problemas judiciales que tiene”, lo impulsa a tomar el camino de la confrontación.

Para los gremios, que además no creen en el acuerdo lanzado por el gobierno, se trata de persecución judicial y para los sectores políticos de la oposición el oficialismo apela a la justicia con la intención de adoctrinar a quienes no acompañen las políticas de la administración Macri.

Desde el bloque del Frente para la Victoria, el diputado Carlos Castagneto evaluó que el paro fue la respuesta a las políticas de Cambiemos que «hacen sufrir al pueblo».

El legislador manifestó también, que hubo un sector del movimiento obrero que no participó de la medida de fuerza – que no son agredidos por la hostilidad gubernamental- y refirió además que «es desatinado» darle entidad a las acusaciones «del oficialismo».