La Mesa de Enlace de entidades ruralistas reclamó este viernes que el gobierno autorice un mayor corte de biodiesel en el gasoil como medida para contrarrestar el faltante de combustible que amenaza con entorpecer la próxima siembra.

El reclamo va en sentido inverso a lo dispuesto por la ley de Biocombustibles aprobada el año pasado a instancias del diputado Máximo Kirchner, que indicaba una reducción del corte del 10% al 5%.

«El campo también puede ser parte de la solución ante la falta de combustibles y, dentro de ese plan de contingencia, el biodiesel podría suplir la demanda en las distintas regiones del país», señalaron desde la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias a través de un comunicado.

La nota sostiene que «el sector consume casi el 30% de la oferta del producto a nivel país, incurriendo en un gasto de más de 3.500 millones de dólares al año».

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En ese sentido las entidades dicen que «en las últimas semanas, el gasoil se ha convertido en un recurso escaso en distintas localidades del país, razón por la cual se han registrado subas más que llamativas y la disponibilidad del producto es escasa y/o cuotificada».

«Es importante recordar que, del ciclo agrícola depende la mayoría de la generación de las divisas que sostienen a nuestra economía y que nos será muy difícil encarar este ciclo en un contexto de desabastecimiento», añade la nota.

«De esta manera, tener en cuenta la disponibilidad de biocombustibles, no sólo nos puede ahorrar divisas al país, sino que además de superar una faltante del momento, se estaría promoviendo el uso de energías limpias, sumamente beneficiosas en el medio ambiente«, señala la nota.

Al respecto, remarca que «este problema no es sólo del sector agropecuario, sino que entorpece el normal funcionamiento del resto de los sectores de nuestro país, como el transporte».

“Es por eso que realizamos un llamado a las autoridades para que pongan en marcha un plan de contingencia, que dé respuesta a la creciente demanda. Este problema requiere de una solución inmediata», dice el comunicado.

Sobre la ley de Biocombustibles

La ley de Biocombusibles, impulsada el año pasado por los diputados de La Cámpora, conservó el corte obligatorio de bioetanol en 12% para las naftas -en 6% para la caña de azúcar y 6% para el maíz-, es decir, no lo subió respecto de la norma anterior; y redujo del 10% al 5% el corte obligatorio de biodiésel para el gasoil. La norma todavía no fue reglamentada y el gobierno de Santa Fe dejó entrever este jueves que aspira a que el Gobierno Nacional «corrija los desequilibrios».

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No obstante, detrás de los impulsores y detractores, se dio una guerra de lobby sojero vs. lobby petrolero (personificado en legisladores de provincias de uno y otro entramado productivo) que influyeron sobre el tratamiento de la ley.

Alternativa y Lobbys

Los biocombustibles se presentan como una alternativa a los tradicionales combustibles fósiles, que según recalcaron en su momento a Conclusión desde la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer) presentan con un importante número de ventajas.

“La utilización de los biocombustibles contribuye a diversificar las economías regionales agregando valor en origen, hoy tenés plantas de biocombustibles en lugares donde nunca hubo una industria”, como los casos de Calchaquí y Piamonte, había citado Juan Facciano, titular de la entidad.

A su vez, esto permite la “diversificación de la matriz energética, la sustitución de importaciones, y por último y no menos importante la preservación del ambiente y la salud pública. Entonces por donde lo veas, tiene un triple impacto: social, ambiental y económico”.

“La factibilidad técnica, económica y financiera va a demostrar que es igual o mejor que el combustible fósil, pero hay que plantearlo estratégicamente como política de estado. Si analizas la relación de los precios de los dos commodities en los últimos diez años vas a encontrar que nunca estuvieron iguales, pero a la larga, siempre la variación fue la misma”, amplió Facciano.

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Es mucha la oposición de la industria petrolera a la incorporación de los biocombustibles. Desde Casfer consideran que “la industria petrolera tiene la obligación de cortar con biocombustible, es decir, con un producto que no genera y que el marco regulatorio no le permite producirlo, porque si no se generaría una integración económica donde habría una posición dominante que ya sería un oligopolio”.

“Está bien que la ley no le permita a las petroleras ser parte aguas abajo de este tipo de producto, por lo cual, ese lobby es lógico y hasta te diría entendible, y fue una pelea que a lo largo de estos últimos diez años hemos tenido siempre con distintas intensidades. Generalmente en los momentos donde se incrementa la materia es el momento donde más intensidad se genera en la puja”, consideró el dirigente empresarial.

La presión, durante el tratamiento de la ley, también provino del sector aceitero, que son los grandes productores de biodiesel cuyas plantas no fueron concebidas para el mercado interno sino para la exportación. No obstante, “cuando tuvieron la posibilidad aportaron al mercado. Y ésta es una ley que nos los deja del todo cómodos porque no les da una participación directa”.

“Lamentablemente, esto generó una grieta, por decirlo de alguna manera y una politización de algo que no debería haber sucedido”, analizó Facciano.