Javier Milei, ha provocado una ola de descontento en la comunidad árabe al expresar su intención de trasladar la embajada de Argentina de Tel Aviv a Jerusalén. La Liga Árabe, representando a 22 países, incluyendo Palestina, ha condenado enérgicamente esta propuesta, calificándola como una flagrante violación del derecho internacional.

El portavoz de la Liga Árabe, Gamal Rushdi, fue claro al señalar que Jerusalén no está bajo la soberanía de Israel, como pretende el presidente argentino. Además, destacó que la Resolución 478 del Consejo de Seguridad de la ONU, emitida en 1980, deja en claro que cualquier acción israelí sobre Jerusalén es inválida. Esta resolución subraya la necesidad de que el futuro de Jerusalén sea determinado mediante negociaciones entre Palestina e Israel, y enfatiza que el reconocimiento internacional rechaza la soberanía israelí sobre la ciudad.

Rushdi también expresó su preocupación por la desviación de la política tradicional argentina con respecto al conflicto palestino-israelí. Argentina, históricamente, ha mantenido una postura equilibrada en este tema, pero el anuncio del presidente Milei representa un cambio significativo en esta posición.

El presidente argentino, quien recientemente llegó a Israel, ha reafirmado su intención de trasladar la embajada argentina a Jerusalén, una promesa que hizo durante su campaña electoral.

En respuesta a esta situación, Rushdi recalcó la importancia de la Resolución 478 de la ONU, que insta a los países a abstenerse de trasladar sus embajadas a Jerusalén. Es evidente que la Liga Árabe considera esta medida como una provocación que podría complicar aún más la situación en la región.

Foto: Resolución 478 del Consejo de Seguridad de la ONU

Este enfrentamiento diplomático refleja las tensiones en curso en Medio Oriente y destaca la sensibilidad en torno al estatus de Jerusalén, una ciudad sagrada para varias religiones y un punto focal de conflicto entre Israel y Palestina.