Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

El diputado nacional y presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Luciano Laspina, dialogó con Conclusión y remarcó los aspectos más relevantes de la gestión del presidente Mauricio Macri y de sus políticas económicas.

El economista rosarino de Cambiemos, consideró que Argentina estaba “quebrada” y que fue necesario tomar medidas que “recibieron críticas desde la izquierda y la derecha”.

En los primeros 18 meses del gobierno de Cambiemos, la deuda externa creció un 23% y ascendió a 192.000 millones de dólares, la cifra que la Argentina le debe al mundo.

La cuenta crece y para volver a “reinsertarse en el mundo”, nuestro país se endeudó a un ritmo de US$ 100 millones diarios. Solo este año se deban abonar US$ 12.500 millones de interés referido a nueva deuda emitida por Cambiemos.

Los especialistas consultados por nuestro medio, sostienen que la situación se complica aún mas porque la Argentina sigue sin tener una política productiva a largo plazo.

Según Laspina: “veníamos de un país quebrado, y nos dirigíamos hacia un shock inflacionario si seguíamos usando la maquinita de imprimir pesos, íbamos a generar una inflación que incrementaría la cantidad de pobres, muchos más de lo que ya teníamos”, señaló.

Seguidamente describió: ”El crédito nos permitió evitar esos dos escenarios y dirigirnos gradualmente al equilibrio fiscal sin comprometer el crecimiento de la economía ni suspender obras ni crear un fogonazo inflacionario”.

-Desde que asumió el presidente Mauricio Macri, los préstamos asumidos con el exterior se incrementaron 23%, creciendo en más del 75% la deuda emitida por los gobiernos provinciales …

–Eso es lo que algunos critican como aumento del endeudamiento, pero la verdad es que hay que decirle la verdad a la gente, la deuda se toma a 20 o 30 años para hacer todas las obras que se llevan adelante a lo largo y ancho del país, y para evitar el ajuste fiscal que el kirchnerismo pretendía que nosotros hagamos, ahora eso está bien en la medida que signifique un puente hacia le equilibrio fiscal. Es decir que seamos prudentes con el gasto y que la economía nos vaya permitiendo generar recursos y achicar el agujero fiscal que tenemos, sino hacemos esto estaríamos cometiendo un error, pero nuestro compromiso es ir bajando en el tiempo el déficit fiscal a través del crecimiento y no de la reducción del gasto público”.

–¿Aun así, y con las previsiones que usted dice que se van a tomar, impactará de alguna manera en la sociedad?

–No será por la vía del achicamiento, somos austeros en el manejo del gasto, por un lado reasignando subsidios a los sectores más vulnerables por otro lado, con un plan de infraestructura que si bien es el más ambicioso de las últimas décadas –hay que decir- que las licitaciones salen por debajo de un 40% de lo que hizo el kirchnerismo. Hoy se hacen más obras con menos dinero y es otra forma de ahorrar.

–¿Cuál es la relación entre el gasto y el producto?

–Este será el primer año en término de reducción del gasto con relación al producto, o sea el total de lo que produce la economía y eso se realizó con un record de inversión en el gasto social, no hemos reducido el gasto social, hemos sido más austeros en otros gastos. En particular en la reasignación de los subsidios y en segundo lugar en un manejo muchos más honesto y eficiente de la obra pública”.

–¿Cuál será la incidencia de las Lebac y el dólar?

–Respecto de la política monetaria, le cuento a la gente que la Lebac es un instrumento que emite el Banco Central para tomar deuda, y son pesos que absorbe el mercado para controlar la inflación. Este recurso lo tienen la mayoría de los bancos centrales del mundo. El dólar es siempre noticia en Argentina, cuando baja se quejan los exportadores y cuando sube, la gente se asusta porque puede impactar en los precios. Nosotros tenemos una política de flotación del tipo de cambio, que puede oscilar con relativa libertad, pero mucho foco en la inflación porque controlamos que cualquier reacomodamiento del tipo de cambio nos genere un cimbronazo en los precios y este es nuestro principal objetivo, que es la forma de defender al ahorrista en pesos, quien tiene un plazo fijo no pierde o gana porque suba o baje el dólar, tiene que compararlo con lo que pasa con la inflación y la canasta de bienes y es a ese inversor -a ese ahorrista- a quien queremos proteger y no necesariamente al inversor extranjero, que ingresa al país para la timba. Ese es un problema del inversor extranjero, nosotros protegemos al ahorrista argentino que ahorra en pesos y que a fin de año quiere que sus ahorros se mantengan.

–¿El gobierno recibe el apoyo de los sectores económicos a los que la oposición les endilga representar, si se mira la creación de empleo, o la inversión que facilite el desarrollo económico en que guarismos estamos?

–Según los números de este Indec, que no miente, muestra que la inversión creció al 7% anualizado en el primer trimestre y está creciendo al 10% anualizado. Significa que la inversión ya empezó motorizada en gran parte por maquinaria y equipos, construcción privada y pública, sobre todo porque tenemos un plan de infraestructura muy grande. Pero además creemos que la inversión más pesada – la de largo plazo- se consolidara después de octubre. Los inversores tienen como gran temor que Argentina vuelva al pasado, que la sociedad argentina decida volver al fracaso de los que nos gobernaron 20 años. Si en octubre se consolida este rumbo de cambio, yo creo que la inversión se consolidará y acelerar la creación de puestos de trabajo que es lo que en definitiva queremos para que se les mejore la vida a los argentinos.

–¿Qué incidencia tendrá la economía es estas elecciones llamadas de medio término?

–En principio es un año de crecimiento de la economía y de estabilidad e incremento del empleo formal, se está recuperando el poder adquisitivo, no solo de los salarios sino también de las jubilaciones y los planes sociales. Estamos en una economía que hay sectores que la están pasando mal, porque no les llego el beneficio de una mejora económica porque tarda un tiempo cada iniciar un proceso de recuperación de la economía.

–Sin embargo todo esto impactará…

–Pero el debate central de este año no puede ser la economía, creo que pasa por si se vuelve al pasado o transitamos este camino de cambio que encarna el presidente Macri. No se puede limitar la discusión a si Argentina crece un punto más o un punto menos.

–El Frente Renovador ha propuesto la quita de impuestos a los alimentos, el gobierno se resiste a tratar el tema, pero hay sectores de la población que están de acuerdo …

–Lo que pasa es que se quejan todo el tiempo del aumento de la deuda y todas las medidas que proponen aumentan el déficit fiscal que se financia con más deuda. Entonces primero hay que tener coherencia, tampoco la baja generalizada de impuesto no se recomienda en ninguna parte del mundo, y mucho menos a determinados productos, porque lo que se intenta es direccionar subsidios a quienes más lo necesitan. Por ejemplo, la leche tiene un IVA diferencial del 10%, sin embargo Argentina muestra en las góndolas del supermercados los precios más altos del mundo, a pesar que los productores reciben lo mismo que lo tamberos australianos.

–¿A que vincula esta diferencia?

En esto influye la carga impositiva, la logística, los problemas de competencia, pero cuando uno baja impuestos en definitiva termina beneficiando a pocos, porque queda en el bolsillo del comerciante, o en la cadena de distribución o en una persona que es el presidente del compañía que va al supermercado y paga cero de IVA, no es eso lo que hace por ejemplo Uruguay u otros países. Porque lo que han hecho es generalizar las alícuotas de IVA, sin diferenciar por producto y devolverlo a los sectores que realmente lo necesitan.

–¿Es similar a la ley de devolución que se intentó con la canasta básica de los jubilados?

Si, todavía falta que se universalice, pero es a esos sectores que pretendemos beneficiar. Esa es la tendencia en el mundo y no lo que propone el Frente Renovador.

–Existen rumores que luego de octubre habría un fuerte ajuste…

–No, seguiremos con el mismo programa de ordenamiento económico que tenemos hoy, luego de las elecciones habrá una agenda de desarrollo que el presidente Macri impulsará para garantizar que el país pueda crecer y salir de este escenario de enorme cantidad de argentinos en la pobreza. Son miedos que se tratan de instalar. Lo mismo nos dijeron con los planes sociales, pero contrariamente, aumentamos la cantidad de asignaciones sociales, llegando a todos los que lo necesitaban. Tratan de asustar a la gente.

 

Luciano Laspina habló sobre la defensa que Julio De Vido hizo de sí mismo.