El Gobierno sigue con «preocupación» la crisis política de Brasil, mientras el presidente Mauricio Macri se comunicó «el fin de semana» con su par Dilma Rousseff, quien afronta la posibilidad de ser sometida a un juicio político.

En conferencia de prensa, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó la comunicación que mantuvieron los mandatarios de ambos países.

En ese sentido, el funcionario dijo que es «respetuoso de la institucionalidad de Brasil», aunque consideró que lo que está ocurriendo en el país vecino los «llena de preocupación».

Asimismo, sostuvo que desde la Cancillería, a cargo de Susana Malcorra, se sigue «monitoreando» con las autoridades de ese país el avance de la situación.

«Nuestra postura fue siempre la misma, que es el respeto al proceso institucional de Brasil. Y creemos que las instituciones están funcionando», añadió Peña.

Además, sostuvo que «seguimos el tema con mucho interés, porque Brasil es nuestro principal aliado estratégico, vecino y amigo», y aclaró que «las instituciones están funcionando», a pesar que Rousseff insiste que es objeto de un «golpe de Estado» contra su persona.