Desde hoy los 81 senadores definirán el futuro de la presidenta, quien pidió que "no acepten un golpe que en vez de solucionar, agravará la crisis. Pido que voten contra el impeachment y en favor de la democracia".
Un grupo de ciudadanos, representando a movimientos sociales, fue sacado del frente del domicilio del presidente interino. Efectivos policiales utilizaron gases lacrimógenos y spray de gas pimienta.
Romero Jucá, ministro de Planificación y principal operador político del presidente interino, fue acusado por la Procuraduría General de Brasil de recibir dádivas por casi 9 millones de dólares de parte de empresas que construyeron represa hidroeléctrica.
"Fuera Temer" fue el pedido de miles de compatriotas en ciudades como Brasilia, San Pablo, Río de Janeiro y Porto Alegre. Otra protesta fue cuando concedía nota al programa dominical Fantástico de la TV Globo.
Roberto Requiao, perteneciente al Partido Movimiento Democrático Brasileño y amigo del actual mandamás brasileño, dijo no estar de acuerdo porque asumió por un "golpe" de Estado contra Dilma Rousseff.
El mandatario interino, tras el alejamiento de Dilma Rousseff, habló de pacificar la nación y unir al pueblo brasileño de cara a la grave crisis social, política y económica que atraviesa.
"Es un impeachment fraudulento, un verdadero golpe" declaró la primera mujer presidenta de Brasil, quien además consideró que el proceso en su contra pone en jaque "el respeto a las urnas" y "la voluntad soberana del pueblo".
En un mensaje al país, tras la decisión del Senado de sancionarla por 180 días, afirmó que "está en juego el futuro de Brasil". Además, horas antes firmó un decreto en el cual exoneró a todo su gabinete.
Lo expresó a través de un comunicado la Cancillería, donde también se indicó que Argentina "continuará dialogando con las autoridades constituidas” para avanzar “en el proceso de integración bilateral y regional”.
Lo confirmó el jefe de gabinete Marcos Peña en conferencia de prensa y aseguró que Mauricio Macri sigue de cerca la crisis en el país vecino.
Se trata de Roberto Santanna, número dos del banco público Caixa Económica Federal, quien respondía al vicepresidente Michel Temer.