La empresa brasileña Odebrecht, protagonista del mayor escándalo de corrupción en América Latina, construyó en Michoacán, México, una presa que entregó incompleta, con costos inflados al doble y con cuatro años de retraso.

En un extenso trabajo de MCCI (Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad) se presentan las pruebas, a  través de documentos legales y fotografías sobre la represa Francisco J. Múgica, que debió estar lista en 2008 pero fue entregada en 2013.

El costo inicial de esta obra era de 1.500 millones de pesos (81 millones de dólares), pero al ser entregada aumentó a 290 millones de pesos (156 millones de dólares). El 86% de la obra se ejecutó con fondos estatales y el 14% con federales, según la investigación de MCCI.

Pese a que el contrato fue firmado en 2006 entre Odebrecht y el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas Batel, con una cláusula llamada «llave en mano», que garantizaba que no habría aumentos posteriores, eso no ocurrió cuando asumió la gobernatura Leonel Godoy, que autorizó casi el doble del monto inicial.

Una represa con deficiencias

Según el informe, la obra se sometió a auditorías que sacaron a la luz fallos en su estructura y modificaciones que no contemplaba el proyecto original.

Cuando se entregó la represa, podía producir la mitad de litros por segundo de lo previsto en el proyecto y, además, fue construida sobre tierras en litigio. De hecho, el Gobierno de Michoacán deberá restituir las tierras a campesinos y pagar casi diez millones de pesos por daños, según una sentencia ante un tribunal agrario ratificada en 2016.

Asimismo, se supo que aunque la obra se asignó en 2006, algunos permisos necesarios no fueron otorgados hasta ocho años después.

Inaugurada sin concluir

Aunque la obra debió concluir en 2008, el gobernador Godoy permitió que la empresa brasileña lo hiciera entre 2011 y 2013, lo que violó la Ley de Obra Pública del estado. En este sentido,  el 5 de febrero de 2011, Godoy inauguró la presa sin estar completamente lista.

Además, en la inspección física de la obra, los auditores también encontraron una obra pagada no ejecutada.

Entre las omisiones de la empresa se encontró que un puente que había sido totalmente pagado no se había erigido, por lo que se le pidió pagar a la empresa dos millones de pesos (108 mil dólares) más intereses.

Cabe recordar que Odrebrecht no reintegró el monto solicitado y alegó que había construido el puente a 11 kilómetros del lugar proyectado. Sin embargo, cuando inspeccionaron el lugar detectaron que se encontraba a 21 kilómetros.