Las elecciones del pasado domingo dejaron un amplio número de datos para analizar y proyectar de cara al balotaje que se realizará el próximo 19 de noviembre. La comparación con los comicios previos ofrece diferencias y coincidencias que conviene poner bajo la lupa para divisar un panorama más completo.

Con este fin, un informe privado de la consultora «La Sastrería» -conducida por Raúl Timerman y Juan Malagoli-, al que accedió Conclusión, recopiló diferentes puntos de analisis y mostró cómo mutaron los caudales de votos de las distintas fuerzas que participaron del proceso electoral respecto a las PASO de este año y a los comicios desarrollados en 2019.

Antes que nada, cabe aclarar que los datos que se expondran a continuación toman de base el conteo provisorio de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 22 de octubre, que tuvo un corte con el 98,51% de las mesas escrutadas.

Esa medición provisoria registró que aumentó significativamente la participación (77,65% del padrón) y se redujo el voto en blanco (que llegó al 2,04% y contabilizó 802.319 sufagios menos que en las primarias de agosto). En las generales votaron unas 27.100.675 personas, 2.161.495 más que en las PASO.

En ese marco, de las cinco opciones que compitieron en la carrera presidencial (Sergio Massa, por Unión por la Patria; Javier Milei, por La Libertad Avanza; Patricia Bullrich, por Juntos por el Cambio; Juan Schiaretti, por Hacemos por Nuestro País; y Myriam Bregman, por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad), cuatro lograron incrementar su caudal de apoyos, pero Bullrich fue la gran derrotada, ya que JxC perdió más de 628.789 respaldos respecto a los comicios primarios.

Con estos resultados, las alternativas representadas por UxP y LLA accedieron al balotaje del próximo 19 de noviembre. Aun así, estas fuerzas y Juntos por el Cambio evidenciaron alteraciones en el mapa del país. La geografía argentina terminó teñida de una manera distinta a como culminó en agosto. Es que el oficialismo ganó en 13 provincias (8 más que en las primarias); La Libertad Avanza triunfó en 10 (6 menos que en las PASO); y la alianza cambiemita solo preservó CABA en esta oportunidad (perdió 2 distritos).

Al interior de los distritos electorales también se percibe una reducción de partidos/departamentos que quedaron en manos de JxC, un leve deterioro de la intensidad de LLA y un alza notoria de los espacios cosechados por el ex Frente de Todos.

Nada es lineal: los votos no se heredan

Ahora, de cara a la segunda vuelta, es importante tener en cuenta la mutación del voto en cada territorio provincial para intentar proyectar las potencialidades y debilidades de cada una de las alternativas que disputarán el balotaje.

En esta línea, cabe resaltar que el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, consiguió crecer en 24 provincias en relación a los resultados de las PASO. En algunos lugares (como en Córdoba y San Luis) este alza incluso llegó a superar el 70%.

Al mismo tiempo, en la radiografía del voto a Javier Milei se identifica que creció en 14 distritos y perdió respaldos en 10. En Salta, Chubut y Santiago del Estero es donde más cayó, pero también bajó en Jujuy, Mendoza, Neuquén, Río Negro, San Luis, Santa Fe y Tierra del Fuego. Aun así, tuvo notorios aumentos en Catamarca y Entre Ríos, que treparon por encima del 30% respecto a las primarias.

Ambos competidores del balotaje tendrán el gran desafío de convocar a los votantes de la fórmula Patricia Bullrich-Luis Petri, que -a pesar de haber sacado 6.267.152 votos- únicamente creció en tres provincias y se derrumbó en 21. El desplome tuvo el mayor registro en La Rioja, Tucumán y Tierra del Fuego, pero los números rojos mostraron como la exministra de Seguridad quedó postergada de la polarización entre el oficialismo y LLA.

De esta manera, mientras que Massa pudo contener los sufragios que obtuvo Juan Grabois en la interna de Unión por la Patria y además ampliar la base de votantes, Bullrich sufrió la fuga de buena parte de los apoyos que juntó su contrincante en las PASO, Horacio Rodríguez Larreta. Por su lado, Javier Milie no tuvo contrincante en las primarias, y consiguió sumar 532.092 de una elección a otra.

Han pasado cuatro años de esta vida

El análisis del proceso electoral también habilita la posibilidad de leer el contraste con los comicios generales de 2019, donde la fórmula integrada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner logró la victoria en primera vuelta ante un Mauricio Macri que buscaba la reelección y otros partidos opositores que quedaron lejos del centro de la disputa.

Para empezar, hay que señalar que este año hubo 1.178.185 personas más integradas al padrón electoral (34.231.895 contra 35.410.080), pero la participación sobre el total de electores habilitados a participar disminuyó 3,66% (81,31% frente a 77,65%).

No es el único dato relevante. El oficialismo, entonces llamado Frente de Todos y actualmente presentado como Unión pro la Patria, perdió nada menos que 3.300.054 votantes en relación a las generales de 2019 (12.946.037 frente a 9.645.983).

A su vez, Juntos por el Cambio -alianza que hace cuatro años llevaba el nombre de Cambiemos y tenía a la dupla Macri-Miguel Ángel Pichetto como candidatos- sufrió la fuga de 4.544.434 sufragios.

Hay un resultado curioso. En aquel momento de 2019 no existía La Libertad Avanza como opción y en estos comicios reunió 7.884.336 votos. Las sumatorias lineales pueden llevar al error, pero es al menos atendible que si se suman los votos perdidos por el ex Frente de Todos y JxC, da un total de 7.844.488.

El escenario de tercios terminó delineado también en la comparación de un comicio general con otro, porque las opciones que no fueron las tres más votadas cosecharon en su totalidad 586.466 apoyos menos que los acumulados hace cuatro años. El voto en blanco, por otro lado, aumentó en 119.782.

El informe completo de La Sastrería:

Elecciones Generales 2023 – Resumen Ejecutivo by Conclusión TV on Scribd