Las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) dejaron que hablar y desde que se efectuó el escrutinio provisorio los distintos partidos políticos señalaron irregularidades en el recuento de los votos y realizaron sus respectivos reclamos al respecto.

Esta mañana, el gobernador Antonio Bonfatti defendió el escrutinio y fue claro: «No hubo fraude».

Tras la conferencia del titular de la Casa Gris, políticos opositores salieron a responder.

La senadora nacional Roxana Latorre consideró hoy que el proceso electoral del 14 de junio en la provincia de Santa Fe “está con un signo grande de pregunta” y que “hasta ahora, hay indicios de un supuesto fraude” en las Paso, por lo que destacó la “necesidad imperiosa” de llegar “con total certeza” sobre el resultado electoral del domingo último a los comicios generales del distrito.

En ese marco, la senadora del Frente para la Victoria entendió que “si está turbio” el proceso electoral del domingo, “como mínimo tienen que abrirse todas las urnas” e, incluso, sugirió la posibilidad de una postergación de los comicios generales en el distrito, previstos para el 14 de junio.

“Si se tiene que correr la fecha de las elecciones generales para dar certeza a la ciudadanía, es más importante eso que respetar un calendario forzado”, postuló la legisladora en declaraciones formuladas esta mañana.

Por último acusó al gobierno de Santa Fe y dijo: “Vieron el aluvión en contra de votos, no tuvieron mejor idea que parar el escrutinio y dibujar lo que restaba”.

Por su parte, el candidato a gobernador de Santa Fe del Frente Renovador, Oscar «Cachi» Martínez, les reclamó hoy a sus pares opositores «no hacer campaña» con las denuncias de fraude y, en cambio, «ir hasta la raíz del problema».

«Creo que no hay que politizar el tema y hay que ir hasta la raíz del problema. Veo a muchos haciendo campaña con esto», afirmó el diputado nacional.

En un comunicado, el diputado massista se mostró cauto a la hora de opinar sobre las irregularidades en el escrutinio de las Paso: «No creo que cambie la tendencia. A lo sumo el conteo final afectará a los candidatos a diputados, concejales e intendentes», analizó Martínez, quien el domingo se impuso en la pelea interna del Frente Renovador contra el ex presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) Eduardo Buzzi.

Con todo, criticó a la gestión del socialista Antonio Bonfatti y sostuvo que es «evidente que hay una responsabilidad del gobierno provincial en no capacitar a las autoridades de mesa, quienes debían ser maestros».

«Tenemos una historia compleja con los escrutinios. Pasó con (Carlos) Reutemann y (Horacio) Usandizaga, con (Héctor) Cavallero, (Omar) Perotti y (Jorge) Obeid. Sin embargo, es evidente que hubo irregularidades y que el gobierno provincial tiene una gran responsabilidad en esto, pero de verdad no queremos que se utilice como propaganda de campaña», insistió.

Subrayó que «el escrutinio definitivo va a echar luz sobre esto, y el Frente Renovador estará atento a que se respete la voluntad popular«.

Por último, el candidato a intendente de Rosario por el Frente Renovador, Alejandro Grandinetti, también cuestionó las explicaciones dadas por el gobernador Bonfatti respecto de la carga de datos de las mesas de las Paso al señalar que «argumentar como motivos de la falta de escrutinio de 600 mesas a cortes de luz y telegramas enviados a direcciones incorrectas o mal completados, recuerda las elecciones más nefastas de la provincia».

El mandatario admitió que «más de 200 mil votos aún no están escrutados», por lo cual Grandinetti propuso «dimensionar electoralmente esa cifra» y detalló que «la ciudad tuvo como total de votantes 459.710, por ende, estamos hablando que los votos no sufragados representan el 54 % de los votantes de Rosario». Y remarcó: «Imaginemos que no fue volcada la suma total de los votos obtenidos por las dos fuerzas políticas principales de la ciudad».

También hizo referencia a los argumentos esgrimidos por el gobernador y afirmó que «si a la gravedad numérica le sumamos las declaraciones políticas de Bonfatti la situación es aún más turbia porque admite que no hay nada cerrado y hay números que pueden cambiar una elección”.

«Lo que omite referir Bonfatti -sostuvo posteriormente- es que cada una de esas causas apuntan y responsabilizan a su gobierno: los telegramas enviados a direcciones equivocadas y el paso del correo antes que cerraran las urnas son una irresponsabilidad del Ministerio de Gobierno, el corte energético es atribuible al mal servicio que presta la EPE y los telegramas vacíos o ilegibles son parte de la mala instrucción brindada a los presidentes de mesa».

Y concluyó que «tomando u otro esquema argumental siempre las responsabilidades son atribuibles a la autoridad política provincial».