Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires – El titular de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia,  sostiene que desde hace tiempo se trabaja para unir a todos los sindicatos de transporte en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt), ya que su organización como otras, no integra el Consejo Directivo de la entidad, pero «regresó formalmente a la Catt en el mes de junio».

Sasia habló con Conclusión 24 horas antes de su arribo a Rosario junto a otros dirigente nacionales, para encontrarse con los representantes de los  trabajadores rosarinos, que se reunieron este martes para ultimar detalles de cara al acto del miércoles al mediodía en Sportivo Amércia en contra de la Reforma Laboral.

El jefe de los ferroviarios, realizó algunas reflexiones respecto del momento que atraviesa todo el movimiento obrero y refirió que es necesario en «esta coyuntura bregar por la unidad de todo el movimiento obrero » y la de los «trabajadores del transporte», sin considerar que esto sea «impulsado por ciertas situaciones o inconvenientes que tienen las distintas actividades».

Además, el gremialista propuso «dar un debate interno, hacer la auto critica si hay que hacerla. Pero principalmente establecer un agenda concreta de cara al futuro para mejorar la política de transporte. Esto se traduce en que vamos a proponer distintas herramientas, con las que se puedan mejorar las urgencias que tanto necesita el país».

No es nuevo, pero los gremios del transporte ya presentaron ante el Congreso una ley Federal de Transporte, y están «con la intención de volver a la carga con esta norma».

-¿Que actividades serían las que estarán convocadas?

-Aérea, ferroviaria, marítima, es decir cada una de las que conforman la Catt. Esto dará el puntapié inicial para construir una agenda programática que conlleve a proponer alternativas en el debate que aun está pendiente. Lo importante es la unidad. De allí que en Rosario, este miércoles con la presencia de parte de la conducción nacional de la Catt, y juntos institucionalizaremos la unidad que concretaron los compañeros al conformar el secretariado rosarino. Esto demuestra que con decisión se llega a los objetivos que se proponen los trabajadores y demuestra que es el camino para fortalecer a los trabajadores poniéndonos a la altura de las circunstancias, teniendo como premisa la defensa de los derechos de los trabajadores.

-¿Que incidencia tienen los comicios de octubre en esta decisión y de los proyecto que se ponen en juego?

-Lo primero es advertirnos sobre la necesidad de la autocrítica que se debe todo el movimiento obrero, porque la agenda es impostergable y hay que discutirla a corto, mediano y largo plazo, más allá de los gobiernos que conduzcan los destinos del país. El movimiento obrero tiene un diagnostico, y sabe de las dificultades que tenemos, y las problemáticas que existen con la industria nacional, el trasporte, la educación, la salud, la producción y hasta incluso las situaciones que viven los jubilados. Pero tenemos que tener nuestro propio proyecto, que nazca de las entrañas de los trabajadores organizados. Ese proyecto debe ser el factor convocante, y tiene que ser nacional, que deje los personalismos de lado y las diferencias que se pueden tener, hay que priorizar las coincidencia para beneficio de los trabajadores. Sin olvidar la realidad que padecemos con las políticas del oficialismo, y ver que pasa en octubre. Si tenemos en claro nuestra agenda – que reflejará las vicisitudes que atravesamos- y será mas sencillo encarar el debate o el plan de lucha de ser necesario.

-Los mercados votan todos los días, los empresarios cada 6 meses si los dejan y los trabajadores cada cuatro años para ratificar o disentir con el proyecto del gobierno de turno ¿alguna vez llegará el momento que se pueda elaborar un modelo de país en el que el movimiento obrero no se vea compelido a estar solo respondiendo a las iniciativas del poder?

-El primer paso es la unidad real. Porque da fortaleza. Habrá que postergar personalismos para caminar en ese sentido. Nos debemos un plan, porque hemos perdido desde hace años la batalla cultural en el arco sindical. Eso lleva a generalizaciones. Hoy se ven en series televisivas que denotan que esa batalla -en cierto modo- la hemos perdido. Debemos ser capaces de plantearle a la sociedad argentina cual es la propuesta y la visión que tenemos desde cada actividad que representamos. Si bien no somos parte del ejecutivo, ni queremos gobernar el país, si sabemos que tenemos la experiencia que nos da la representación de los trabajadores, que además, es un aval para presentar ideas y proyectos en el Congreso, o ante algunos organismos gubernamentales. Se puede dar una mesa para llegar a instancias de un diálogo constructivo, pero ésta se debe materializar con hechos concretos. Porque si no hay logros no alcanza.

-¿Hay intención de darle a los trabajadores voz y voto en una instancia organizativa distinta y en la que se permita el diseño de políticas nacionales?

-Así lo creo, hay países que han estado con muchas dificultades salieron adelante en base a la concentración o pactos. Pero de darse esa mesa, nosotros tenemos que estar preparados -aunque ya conocemos el diagnóstico- para tener alternativas desde lo que somos. Y en el transporte se habla de costos, de logística y hasta de contaminación ambiental, en esto también tenemos que trabajar.

-¿Resulta raro que esto no este presente en un sindicalismo que tiene algo más que planteos gremiales porque el sindicalismo peronista se caracterizó por tener una cosmovisión del hombre de la economía y de lo que debe ser una comunidad, a que le atribuye esa deuda?

-Considero que es atribuible a la falta del brazo político que en su momento ostentaron la 62 Organizaciones Peronistas, esto hizo que nos atraviese la política y generó ciertas divisiones en el movimiento obrero, más otras cosas que pudieron haber pasado. Mirar para atrás sirve para saber las cosas que se hicieron bien, y también para corregir lo que no se hizo bien. Esta realidad amerita el encuentro para el debate de todo el arco sindical. No sirve hacerlo por televisión, y menos que algún dirigente sindical hable mal de otro dirigente. Esto no construye a la unidad que debemos lograr. Bregaré para trabajar en ese sentido. Nos sumamos a las reuniones de la CGT, las reuniones de conformación de la juventud sindical, y daremos pasos para contribuir con esos objetivos. Divididos como estamos en el mosaico sindical, donde se discute quien es mas combativo tampoco suma si estamos divididos. Esto le sirve al poder de turno. Tenemos que conformar una CGT fuerte, unida, representativa y federal. Tenemos que volver a Perón.