Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)
El cortocircuito entre el senador Ángel Rozas y la Casa Rosada, que terminó con la renuncia indeclinable de parte del legislador chaqueño a su función de presidente del interbloque Cambiemos en la Cámara alta, sorprendió al oficialismo.
La voluntaria dimisión de Rozas no era inesperada si se visualizan las declaraciones públicas que un sector de la Unión Cívica Radical viene formulando desde poco antes de la cumbre partidaria en Villa Giardino (Córdoba), a las que el legislador no adhirió pero tampoco impugnó.
Recinto del Senado
La Alianza Cambiemos (UCR-PRO) presentaba a fines de diciembre de 2016 serias disfuncionalidades al momento de concebir y ejecutar políticas, un sector del centenario partido de Alem acusó al Ejecutivo de no participarlo de las decisiones.
La noticia fue confirmada anoche mientras un numeroso grupo de ex diputados y senadores formalizaban la presentación en sociedad de la nueva conducción electa para dirigir los destinos del Círculo de Legisladores nacionales, que casualmente se expresó en favor de invitar a las autoridades de ambas Cámaras para generar acciones de reciprocidad y colaboración.
Círculo de Legisladores Nacionales
Las discrepancias entre el ex gobernador chaqueño y la Rosada venían madurando y encuentra su punto culmine desde la conformación de listas electorales en las que Rozas no accedió a participar de cargos al PRO y a la Coalición Cívica. Esto dio lugar a una presentación judicial para impedir el uso de la sigla de la Alianza por parte del chaqueño.
Recientemente, las diferencias se hicieron harto evidentes en una reunión que mantuvo el lunes en la Casa Rosada el jefe de Gabinete de ministros, Marcos Peña, con los principales referentes del Congreso, a la que Rozas no asistió.
Desde el entorno de Rozas adelantaron que el senador chaqueño continuará como miembro del bloque radical en la Cámara alta y dentro del oficialismo. La presidencia del bloque será ocupada por el correntino Pedro Braillard Poccard del PRO.
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