El Papa Francisco llamó este sábado al presidente ucraniano Volodimir Zelenski y le expresó su «profundo dolor» por el ataque ruso iniciado el jueves, durante una conversación confirmada a Télam por el vocero papal Matteo Bruni.

«Hoy el papa Francisco tuvo un diálogo telefónico con el presidente Volodimir Zelenski», informó por su parte la embajada ucraniana ante la Santa Sede a través de Twitter.

«El Santo Padre expresó su más profundo dolor por los trágicos eventos que están sucediendo en nuestro país», agregó la sede diplomática.

A través de Twitter, Zelenski agradeció luego al Papa «por rezar por la paz en Ucrania y el cese del fuego», agregando que el «pueblo» de su país «siente el apoyo espiritual de Su Santidad».

Ante la consulta de Télam, el vocero papal Matteo Bruni confirmó la llamada de Francisco.

Más temprano, el pontífice había renovado su llamado a frenar los enfrentamientos en Ucrania, en un nuevo mensaje en la red Twitter en el que lamentó «la locura de la guerra» e instó al mundo a rezar a favor de la paz.

El mensaje, en verdad, se limita a las etiquetas «Oremos juntos» y «Ucrania», pero está acompañada de una placa con una cita del mismo Francisco de la audiencia general del miércoles, un día antes del inicio de operaciones de las fuerzas militares rusas en suelo ucraniano.

«Jesús nos ha enseñado que a la diabólica insensatez de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno. Que la reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra», señala esa cita.

Este viernes había publicado otro mensaje, en ruso y en ucraniano, con una cita de su última encíclica, Fratelli Tutti, que decía:

«Toda guerra deja al mundo peor que como lo ha encontrado».

También ayer (por este viernes) el Pontífice había visitado la Embajada rusa ante el Vaticano para reunirse con el embajador Alexander Avdeev en busca de intentar una mediación en el conflicto entre ese país y Ucrania.

La media hora que Francisco estuvo en la sede diplomática de Vía della Conciliazione 10, a metros de Plaza San Pedro, fue la primera movida vaticana con el Papa como protagonista luego de que el jueves el secretario de Estado, Pietro Parolin, abriera la posibilidad de una mediación.