El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, recibió en la tarde de este lunes a trabajadores de la empresa láctea Sancor, atravesada en los últimos años por una difícil situación financiera que derivó en un conflicto laboral con despidos y condiciones de precariedad laboral.

Del encuentro participaron en representación de ATILRA su Secretario General, Hector Luis Ponce y el Secretario Adjunto, Ricardo Pecotche y demás integrantes del Secretariado Nacional y del Consejo Directivo Nacional, acompañados por un grupo de trabajadores de SanCor CUL de todo el país.

El encuentro comenzó a las 14 en la Diócesis de San Isidro, en Av. del Libertador 16.199 del mencionado partido bonaerense.

Sancor emprendió hace varios meses un proceso de reorganización de la empresa que incluyó la venta de sus principales marcas a nuevos inversores y el cierre de plantas, lo que incluyó despidos.

El motivo del encuentro fue la grave situación planteada en Sancor y, a través de los representantes de ATILRA, Monseñor Ojea se interiorizó de los detalles de la difícil coyuntura que afecta a los trabajadores y se comprometió a ser parte de todo aquello que ayude a una salida de la misma sin costos sociales.

Asimismo, el Secretario General de ATILRA solicitó al religioso hacer llegar las cuestiones planteadas en el encuentro al presidente de la Nación, Alberto Fernández.

Al término de la reunión Monseñor Ojea se dirigió a los trabajadores de Sancor en la nave central de la Catedral con un emotivo mensaje de fe y esperanza en que la situación tienda a mejorar.

En el exterior de la Catedral, Ponce se dirigió a los presentes sintetizando el contenido de la reunión mantenida y agradeciéndoles el apoyo constante que brindan a la conducción sindical.

Por último, se dio lectura al texto completo de la nota entregada a Monseñor Ojea, que se reproduce a continuación:

Al Sr. Presidente CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA

Monseñor Oscar Vicente Ojea

De nuestra mayor consideración:

HECTOR LUIS PONCE y RICARDO PECOTCHE, Secretario General y Secretario Adjunto respectivamente, de la ASOCIACION DE TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA LECHERA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. y por vuestro digno intermedio a nuestro SANTO PADRE, con el objeto de plantear la necesidad de vuestra directa intervención en la crisis que atraviesa la Empresa Argentina SANCOR COOPERATIVAS UNIDAS LIMITADA, elaboradora de productos lácteos, en salvaguarda y protección de las miles de familias de trabajadores y trabajadoras que la integran.

Identificados con nuestra IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA y ROMANA, tanto el movimiento obrero cuanto el cooperativo argentino, se inspiran en valores solidarios destacando la importancia del trabajo como un bien social que dignifica al ser humano, y reconociendo la función integradora de la Iglesia en el proceso de resolución de las diversas problemáticas que a diario se suscitan en dichos ámbitos.

Es entonces desde esta perspectiva que solicitamos vuestra fundamental intervención que coadyuve a superar la mencionada crisis por la que dicha COOPERATIVA se encuentra atravesando, sumergiendo en la aflicción, incertidumbre y angustia a los miles de familias que la componen.

Concretamente nos referimos a 2.000 puestos de trabajo directos y una cantidad difícil de precisar, pero sin duda cuantiosa, de puestos de trabajo indirectos. Todos ellos se encuentran en una situación de riesgo cierto y serio. A este cuadro debe sumársele otro eslabón esencial de la cadena láctea: los establecimientos tamberos de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, provincias en las que se asienta la cuenca lechera más importante de Sudamérica, que suministran la materia prima para su procesamiento industrial.

Es de remarcar también un aspecto relacionado a nuestro acervo cultural e histórico que sería injusto omitir. Hablamos del desarrollo del COOPERATIVISMO en nuestro país, que implicó crecimiento en las regiones donde fue puesto en práctica, bienestar para los trabajadores que prestaron servicios bajo sus normativas y una indudable garantía de paz social. La comunidad en general se vio así beneficiada de múltiples formas por la acción cooperativa, y este acervo cultural e histórico también fue cincelado por SANCOR CUL, que fundada en 1938 comenzó a operar desde octubre de 1940 con su primera fábrica en la ciudad de Sunchales, Santa Fe.

Por nuestra parte, hemos venido trabajando arduamente y seguimos haciéndolo desde nuestro ámbito de actuación y competencia, en aras del mantenimiento de esta importantísima fuente de trabajo, sosteniendo la salud de sus trabajadores y su grupo familiar, aportando al financiamiento de necesidades elementales, coordinando políticas de acción, manteniendo reuniones con directivos de SANCOR CUL, exponiendo la problemática ante autoridades políticas provinciales y nacionales y apoyando anímicamente a los compañeros y compañeras.

En la seguridad de que habremos de ser escuchados y acompañados por nuestra IGLESIA, nos ponemos a disposición para brindar toda la información y documentación necesaria al respecto a fin de encontrar el camino adecuado para superar el difícil momento de SANCOR CUL. Asimismo, le pedimos que por vuestro digno intermedio haga llegar esta carta al Sr. Presidente de la Nación, Dr. Alberto Ángel Fernández, cuyo accionar se guía por una fuerte sensibilidad social, a fin de que el mismo tome conocimiento de la gravedad de la situación que envuelve a SANCOR CUL, y de las consecuencias que de esta pueden derivarse sobre sus trabajadores y la cuenca lechera argentina.

Unidos en Amor y Fe a Dios Nuestro Señor, saludamos muy atentamente.