El papa Francisco animó este domingo a los sacerdotes del mundo a «dar la cara» ante la crisis de abusos en la Iglesia, al tiempo que les pidió una «conversión» frente a los casos de pederastía y estar «más atentos» ante lo que calificó como un «sufrimiento humano».

En una carta enviada este domingo a sus «hermanos», el pontífice les agradeció su «valiente y constante ejemplo que, en momentos de turbulencia, vergüenza y dolor, nos manifiesta que Ustedes siguen jugándose con alegría por el Evangelio» pese a una sensación de «cansancio, fatiga, enfermedad o desolación».

La misiva, escrita con motivo del 160 aniversario de la muerte del santo cura de Ars y divulgada hoy por el Vaticano, está dividida en varios apartados (Dolor, Gratitud, Ánimo y Alabanza) y comienza recordando a aquellos presbíteros que «sin hacer ruido lo dejan todo para estar empeñados en el día a día de sus comunidades».

En ella, Francisco destaca a los curas que «trabajan en la trinchera», y «dan la cara continuamente» y resalta a quienes «de manera desapercibida y sacrificada, en el cansancio o la fatiga, la enfermedad o la desolación, asumen la misión como servicio a Dios y a su gente e, incluso con todas las dificultades del camino, escriben las páginas más hermosas de la vida sacerdotal».

«Como Ustedes saben estamos firmemente comprometidos con la puesta en marcha de las reformas necesarias para impulsar, desde la raíz, una cultura basada en el cuidado pastoral de manera tal que la cultura del abuso no encuentre espacio para desarrollarse y, menos aún, perpetuarse», afirmó el Papa.

En febrero, Jorge Bergoglio reunió de manera inédita a los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo para comprometerlos con la lucha contra la pederastía.

«No es tarea fácil y de corto plazo, reclama el compromiso de todos. Si en el pasado la omisión pudo transformarse en una forma de respuesta, hoy queremos que la conversión, la transparencia, la sinceridad y solidaridad con las víctimas se convierta en nuestro modo de hacer la historia y nos ayude a estar más atentos ante todo sufrimiento humano», agregó en la carta dada a conocer hoy.

«Este dolor no es indiferente tampoco a los presbíteros. Así lo pude constatar en las diferentes visitas pastorales tanto en mi diócesis como en otras donde tuve la oportunidad de mantener encuentros y charlas personales con sacerdotes», planteó.

En la misiva, el Papa reconoció además su consuelo al «encontrar pastores que, al constatar y conocer el dolor sufriente de las víctimas y del Pueblo de Dios, se movilizan, buscan palabras y caminos de esperanza».