Enviado especial de Télam

El papa Francisco pidió luchar contra la corrupción y que la democracia sea «un servicio concreto al pueblo», al dar hoy desde Kazajistán su definición de una «buena política».

«Es necesario, en todas partes, que la democracia y la modernización no se queden sólo en palabras, sino que confluyan en un servicio concreto al pueblo: una buena política hecha de escucha de la gente y de respuestas a sus necesidades legítimas, de una constante implicancia de la sociedad civil y de las organizaciones no gubernamentales y humanitarias, con una atención particular respecto a los trabajadores, los jóvenes y los sectores más débiles», pidió el Papa en su primer discurso en suelo kazajo.

La definición del Papa, en línea con el capítulo cinco de su encíclica de 2020 Fratelli tutti, agregó este martes que «también, todos los países del mundo lo necesitan, medidas para luchar contra la corrupción».

«Este estilo político realmente democrático es la respuesta más eficaz a posibles extremismos, personalismos y populismos, que amenazan la estabilidad y el bienestar de los pueblos», ahondó luego Jorge Bergoglio al hablar ante autoridades, incluido el presidente Kasim-Yomart Tokayev, en la sala de conciertos Qazaq de la capital kazaja.

«Pienso también en la necesidad de una cierta seguridad económica, que aquí al inicio del año ha sido pedida en regiones donde, no obstante los ingentes recursos energéticos, se advierten diversas dificultades», agregó luego el Papa.

Kazajistán, exrepública soviética rica en hidrocarburos e independiente desde 1991, atravesó a inicios de año una serie de protestas sociales que derivaron en un referento aprobado en junio pasado con la intención de emprender reformas en el país.

«Es un desafío que atañe no sólo a Kazajistán, sino al mundo entero, cuyo desarrollo integral está secuestrado por una injusticia difundida, que provoca una distribución desigual de los recursos», dijo Francisco.

Según el Papa, esa es una tarea «del Estado, pero también del sector privado, tratar a todos los integrantes de la población con justicia y paridad de derechos y deberes, y promover el desarrollo económico no en razón de las ganancias de unos pocos, sino de la dignidad de cada trabajador».