«El 48% de los niños en Argentina son pobres», aseguró Agustín Salvia, jefe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), quien agregó que «la pobreza todavía se marca de manera crónica y profunda».

Salvia agregó que «ahora tenemos un 28,6 de pobres, lo cual significa una leve caída respecto al 29,7 del 2015. Es relevante mostrar que la situación crítica de 2016 menguó y estamos levemente mejor que en 2015».

«Existe un 30% de hogares sin servicios básicos de agua corriente y cloaca. Además, para que una familia deje de ser pobre se requieren 4.500 pesos más para dejar de serlo», sostuvo el director.
Salvia dijo que «tenemos una perspectiva de crecimiento, de trabajo, de estabilidad que no teníamos en el 2015. Sin embargo, el segmento más pobre todavía no está percibiendo eso».

«Requerimos una política de desarrollo capaz de motorizar las capacidades locales, barriales, de hacer más productiva la vida económica de los pobres a través de su propio trabajo y el fomento de los mercados locales», terminó el jefe del Observatorio de la UCA.