«Fue el viernes a la madrugada,  en las Cuatro Plazas. Estábamos haciendo tiempo para ir a trabajar porque ya se había hecho tarde, eran las cuatro de la mañana y a todos entrábamos a las 6, entonces decidimos parar ahí a tomar una gaseosa y en eso frena un patrullero del Comando Radioeléctrico, se bajan dos efectivos policiales y al grito de entreguen las drogas y las armas nos empezaron a golpear. Tratamos de hablar y de explicar lo que hacíamos, pero nos pegaban y no nos dejaban hablar». Con este relato, Sasha Ventura intenta explicar el infierno que vivió el pasado viernes cuando varios policías del Comando Radioeléctrico y de la fuerza de Acción Táctica los atacaron en la plaza, los golpearon y se los llevaron detenidos ilegalmente  a la Comisaría 14ª. Allí permanecieron golpeados y esposados desde las 4 de la mañana del 23 de marzo hasta las 20, hora en que el fiscal Fernando Dalmau ordenó su liberación.

La titular de la Unidad fiscal de Violencia Institucional, Karina Bartocci ordenó la detención de ocho efectivos de la Policía de Acción Táctica y del Comando señalados por participar de los apremios ilegales y de la detención. Una de las policías de la PAT se encuentra prófuga y hasta el día de hoy no fue hallada. Todos los uniformados está siendo sometidos en este momento a audiencia imputativa en los Tribunales Provinciales por los delitos de apremios ilegales, incumplimiento de deberes de funcionarios público y abuso de autoridad.

Infierno

«Estábamos en la plaza, un patrullero frenó y uno de los policías se bajó con el arma reglamentaria y nos empezó a apuntar. Nos gritaba que les demos las drogas y las armas y nos empezaron a pegar culatazos, cuenta Nelson Retamozo, otro de los chicos golpeados por los efectivos.   «Mi amigo se asustó (Sasha) y salió corriendo y a mi me llevaron detenido».

La huida le costó muy cara a Sasha Ventura. Cuando los policías lo alcanzaron le dispararon una munición antitumulto, le desfiguraron la cara a golpes y le cortaron las rastas que llevaba por convicción hace años. Nelson relata que cuando llegó a la comisaría había un «chico tirado en el piso». «No lo reconocí. Me pusieron de espaldas y escucho que me balbucea, casi sin aire y llorando ‘amigo, me cortaron las rastas’. Tenía toda la cara hinchada, desfigurada».

Abuso policial

Los jóvenes estuvieron detenidos hasta el viernes a las 20 horas. Según informaron las fuentes, la detención se informó recién a las 9 de la mañana y se notificó coom «resistencia a la autoridad», por lo cual el fiscal Fernando Dalmau ordenó la averiguación de antecedentes. Pero al ser informado por el Servicio Público de la Defensa que los jóvenes estaban detenidos desde la madrugada y que habían sido golpeados dio intervención a Asuntos Internos.

Los chicos se presentaron en el Centro Territorial de Denuncias y se constataron las lesiones en el Instituto Médico Legal y este miércoles declararon en la fiscalía de Violencia Insstitucional. Luego de recibir los testimonios, la fiscal Bartocci ordenó la detención de los ocho efectivos.

 

Este miércoles al mediodía, las víctimas declararon en ante la titular de la Unidad de Violencia Institucional. Tras el relevamiento de los testimonios, Bartocci dispuso la detención inmediata de los ocho efectivos, indicaron desde Fiscalía.

Desde la Fiscalía informaron que «por el momento no hay personal de la comisaría 14 con pedido de detención, hay medidas en reserva en desarrollo a la espera de resultados para corroborar el rol del personal de la comisaría en el hecho».

En tanto, Federico Pagliero, abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y representante de la querella de Sasha Ventura y Nelson Retamozo señaló que «la audiencia se va a celebrar con los siete policías detenidos, y cuando encuentren a la que está prófuga se realizará una audiencia con ella sola».

«Este no es un hecho aislado, afirmó Pagliero, es un hecho de violencia institucional que se da por una política del estado provincial en consonancia con el estado nacional y desde la APDH buscamos el castigo de los responsables». «Esperamos que se les aplique la prisión preventiva».