La tracción a sangre quedó sin efecto en la ciudad, y los carreros volvieron a la carga expresando su descontento frente al Concejo Municipal. Pero esta vez fueron más lejos y amenazaron con cortarse el cuerpo o prenderse fuego si no eran atendidos por alguna autoridad o si no les brindaban alguna solución.

Conclusión se hizo presente en el lugar y habló con Miriam, quien advirtió: «Estoy decidida a prenderme fuego». Luego siguió y dijo que «quiero el carro y el caballo para trabajar. No nos dan una solución y atrás nuestros tenemos a nuestras familias. No queremos que nos den nada, quiero trabajar libremente y llevar el pan a mi casa».

Por su parte, Carlos, quien se mostró con una botella en sus manos con combustible y un encendedor, además de estar encadenado a un árbol, dijo llegar a esa situación extrema porque «la intendenta me saca el carro y el caballo, lo único con lo que puedo alimentar a mis chicos y me saca la dignidad y me ofrece $10.000, yo ¿qué hago con $10.000 en mi familia? Nada».

«Estoy acá para que lo vean todos, que sepan que va en serio, ¿dónde está la democracia? Por día ganaba entre 200 y 400 pesos. En todos los barrios sacaron carros y caballos. Cualquiera que me atienda para que me dé una solución», expresó indignado.

Frente a la apremiante situación, la concejala Celeste Lepratti expresó a Conclusión su postura: «Es una situación difícil, de extrema gravedad que representa la demostración del fracaso de años de no haber hecho bien las cosas».

«Estamos hablando de una ordenanza que tiene sietes años de aprobación, que está en vigencia, que no se cumplimentó en su totalidad y una de sus partes fundamentales tiene que ver con eliminar la tracción a sangre paulatinamente pero al mismo tiempo resolver la situación social y laboral de estas miles de familias y eso es lo que claramente no sucedió», se extendió la edila.

Además consideró que «los programas que se llevaron adelante en ese sentido, como el programa Andando, demuestran que no funcionaron, que fueron un total fracaso».

Finalmente Lepratti apuntó al Ejecutivo y dijo que «lo más urgente que debe suceder es que alguien del Ejecutivo reciba a esta gente con soluciones de verdad».