El dirigente del partido Unidad Popular Claudio Lozano, quien junto a una serie de dirigentes progresistas y de izquierda anunció la conformación del frente Vamos, aseguró hoy que es posible una confluencia electoral con Unidad Ciudadana, al sostener que «la grieta no es con el kirchnerismo».

En una entrevista con Noticias Argentina, el ex diputado nacional afirmó que «Vamos», el flamante espacio que integra junto al Movimiento Evita y Libres del Sur, entre otras organizaciones, no alcanza para derrotar a Cambiemos en 2019, y en ese sentido no descartó tender puentes con lo que denomina el «kirchnerismo ortodoxo», aunque condicionó ese acercamiento a la capacidad que tengan esos sectores para realizar una «autocrítica» sobre la experiencia del Gobierno anterior.

«Creo que el kirchnerismo más ortodoxo tiene dos autocríticas para pensar: una es la relación con el PJ y la segunda es el tema de la corrupción. La grieta no es con el kirchnerismo», enfatizó el economista.

– ¿Cuál es la proyección del frente «Vamos»?.

– Hay un sistema político dominante comprometido con reproducir la concentración de la riqueza y la desigualdad en el país. Hacer otra cosa implica una tarea que supera a los que conformamos «Vamos» y por eso esto está representado como un punto de partida, un espacio totalmente abierto que tiene la responsabilidad de ampliarse de cara al 2019 a lo largo y ancho del país.

– ¿Hacia dónde se podría ampliar?.

– Hacia todas aquellas que asuman que si está gobernando Macri es porque algo hicimos mal, y que por lo tanto sean capaces de hacer algún nivel de autocrítica para construir un proceso de confluencia mayor. Nadie que crea que todo lo que hizo está bien estaría en capacidad de ser parte de esta experiencia.

-¿Entonces podría haber una confluencia con sectores de Unidad Ciudadana? ¿Eventualmente una PASO entre los dos sectores?.

-Por supuesto. Acá hay compañeros que vienen del kirchnerismo, como el Movimiento Evita. Ellos han hecho una autocrítica de esa experiencia. El kirchnerismo «sí o no» no es una condición para ser parte de esta discusión. El debate de fondo de la Argentina es el debate de la desigualdad, asumir que el problema son los multimillonarias y los ricos. En ese sentido, creo que el kirchnerismo más ortodoxo tiene dos autocríticas para pensar: una es la relación con el PJ y la segunda es el tema de la corrupción. La grieta no es con el kirchnerismo.

-¿Por qué recién ahora se plantean mantener un diálogo con sectores del FpV?.

-Las organizaciones que estamos en «Vamos» dimos muchas batallas en el terreno social y construimos experiencias importantes, pero a la hora de resolver políticamente en cada coyuntura no hicimos las cosas bien. Así que sería bueno que con las lecciones que tuvimos hayamos aprendido.

-Después de controlar la corrida, Macri dijo que llegó el momento de «acelerar» la reducción del gasto y llamó al diálogo con la oposición para convalidar ese plan. ¿Qué piensa?.

-La corrida tuvo una función política que fue articular al conjunto del establishment local e internacional detrás del Gobierno para disciplinar a la sociedad argentina y decirle: «Es el Fondo o el caos», «acá no hay otra alternativa». Quieren poner en caja lo que se rompió que es el acuerdo de gobernabilidad que tenía con un sector de la oposición. El malestar social y la capacidad de movilización rompieron el acuerdo de gobernabilidad, y esa ruptura se materializó en el proyecto de ley contra los tarifazos. Por eso le dicen a la oposición que no sea demagoga ni oportunista y presionan a Urtubey, Bordet y Schiaretti para que alineen a sus legisladores. Pretenden construir un acuerdo de gobernabilidad, una hoja de ruta para sostener el saqueo, el ajuste y la represión.

– ¿El Gobierno pretende diseñar una oposición más blanda?.

– El Gobierno sostiene su estrategia no sólo hacia dentro de su coalición sino con varios sectores del PJ. Ese es el acuerdo de gobernabilidad que pretenden sostener. Hay que impedirlo.