Histórico. Así esta este 26 de septiembre para el pueblo colombiano. Es que hoy el presidente Juan Manuel Santos y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, suscribirán en Cartagena de Indias el histórico acuerdo de paz que pone fin a un conflicto armado de más de 50 años, ante 15 jefes de Estado y otros altos representantes de gobiernos y organismos extranjeros, y en medio de un inusual dispositivo de seguridad.

La ceremonia, que tendrá lugar a partir de las 17 (las 19 en Argentina) en el Centro de Convenciones de esa ciudad, durará unos 70 minutos y será presenciada por más de 2.500 invitados, locales y extranjeros, cuya ubicaciones en la platea se determinarán por sorteo, como un símbolo de la reconciliación.

Junto a Santos y a Timochenko se ubicarán en la mesa principal los jefes de los equipos del gobierno y las FARC que negociaron el acuerdo durante casi cuatro años en La Habana, el ex vicepresidente Humberto de la Calle y Luciano Marín, alias Iván Márquez, respectivamente.

Los instrumentos serán rubricados con lapiceras hechas con partes de proyectiles de fusil, a los que Santos llamó «balígrafos».

«Nosotros creamos lo que hemos llamado un balígrafo, que es una bala convertida en un estilográfico, para decir que es la transición de las balas a la educación, al futuro, y le voy a regalar a cada uno un balígrafo y con ese balígrafo vamos a firmar los acuerdos de paz», dijo el mandatario en declaraciones al equipo de prensa de la Presidencia.

De la Calle y Márquez ya firmaron el acuerdo el 24 de agosto pasado en la capital cubana, junto a los representantes de los países garantes (Cuba y Noruega) y acompañantes (Chile y Venezuela) del proceso de negociación que había comenzado formalmente el 19 de noviembre de 2012.

Cuba, Chile y Venezuela estarán representados en la cita de mañana por sus presidentes, Raúl Castro, Michelle Bachelet y Nicolás Maduro, y Noruega por su canciller, Borge Brende.

También presenciarán el histórico acto el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon; el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin -quien oficiará una misa en el lugar-, y los titulares del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Yinm Yong Kim y Christine Lagarde.

Asimismo, estarán los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; Bolivia, Evo Morales; Brasil, Michel Temer; Ecuador, Rafael Correa; México, Enrique Peña Nieto; Paraguay, Horacio Cartes, y Perú, Pedro Pablo Kuczynski.

Además, figuran entre los invitados el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry; el rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón, y varios cancilleres.

Santos y Timochenko están desde ayer en Cartagena de Indias, cuyo centro es conocido como «la ciudad amurallada» y que esta vez está custodiada por más de 4.000 efectivos de fuerzas armadas y de seguridad, y 23 aeronaves de la Fuerza Aérea.

Del dispositivo de vigilancia también forman parte «cuatro buques de la Fuerza Naval del Caribe y 10 unidades de guardacostas», así como «buzos tácticos», que se encargarán de la custodia de la bahía de Cartagena, detalló el comandante de ese grupo, contralmirante Evelio Ramírez.

Asimismo, en la ciudad estarán prohibidos el uso de motocicletas, las manifestaciones y la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en espacios públicos.

Paralelamente, en los aeropuertos de Cartagena y de la vecina Barranquilla se dispusieron planes de contingencia para garantizar la atención y el arribo con normalidad de los numerosos invitados.

Las FARC dieron su «respaldo unánime» al acuerdo el viernes pasado, al cabo de una semana de deliberaciones internas en las que resolvieron ampliar su estado mayor de 29 a 61 miembros y celebrar próximamente otra «conferencia» para determinar «las tareas políticas por venir».

Márquez dijo entonces que si todo marcha de acuerdo a lo previsto, «a más tardar en mayo las FARC se estarán reuniendo por primera vez como grupo político».

Tras la ceremonia de hoy, los ciudadanos de Colombia deberán refrendar o rechazar el acuerdo en el plebiscito del domingo próximo.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda mayor organización guerrillera del país, anunció esta tarde que suspenderá sus acciones armadas ofensivas para facilitar la participación de los colombianos en el plebiscito.

«Para despejar dudas de que nosotros seamos unos obstáculos al proceso de refrendación o al plebiscito, nuestra disposición es que no haya un accionar ofensivo del ELN en esos días, para fcilitar la participación de la gente», dijo Pablo Beltrán, miembro del comando central de ese grupo, a la radio clandestina Patria Libre.

Beltrán aclaró luego por Twitter que el ELN solo cesará las acciones ofensivas, «no defensivas».

El gobierno anunció meses atrás que había acordado iniciar con el ELN un proceso de paz similar al concluido con las FARC, pero aún no se puso en marcha debido a que la organización guerrillera no ha aceptado cumplir la exigencia de las autoridades de que deje de secuestrar y libere a sus rehenes.

En caso de que la consulta tenga resultado positivo, los cerca de 8.000 efectivos de las FARC deberán empezar a concentrarse en 27 zonas del país ya definidas durante 180 días, lapso durante el cual entregarán sus armas a la ONU.