Luego de haber registrado este domingo un 40% de participación en el primer día de votación pese al coronavirus, los italianos votaban este lunes por segundo día para decidir en referéndum si se ratifica una ley que achica de 945 a 600 los miembros del Parlamento y que, en caso de aprobarse, puede reforzar la figura del premier Giuseppe Conte.

«La pandemia no frena el voto: afluencia del 40%», planteó la cadena televisiva RAI tras la participación que, en la primera de las dos jornadas electorales, convocó a las urnas al 39.38% de los casi 51 millones votantes habilitados en todo el país.

El país retomó este lunes las elecciones, que se desdoblaron en dos días para evitar aglomeraciones en los centros de votación y que cerrarán a las 15 (las 10 en Argentina).

Las elecciones, las primeras durante la pandemia, incluyen el uso obligatorio de barbijo para los votantes, el uso de alcohol en gel en las mesas, además de circuitos especiales dispuestos por el Gobierno para permitir el voto desde hospitales y para 1.820 personas con aislamiento domiciliario.

«El virus no frena el voto», planteó el diario Corriere en su edición de este lunes, mientras que La Stampa aseguró que «la participación al voto vence al miedo del virus» .

El «sí» al referéndum, fuertemente apoyado por el Gobierno y parte de la oposición, ratificaría una ley aprobada a fines de 2019 y que lleva de 630 a 400 el número de diputados y de 315 a 200 el de senadores.

Además de la decisión sobre el número de legisladores, Italia también decide en estas elecciones las autoridades en siete de las 21 regiones y provincias autónomas, en un escenario en el que una mega coalición opositora de centroderecha y derecha podría conquistar hasta seis distritos.

Según las últimas encuestas, publicadas hasta la semana pasada, las listas opositoras, que se presenta en coalición en seis de los siete distritos, se impondrían con comodidad en las norteñas Véneto, Liguria y Valle de Aosta, y amenazan con quitar a la centroizquierda oficialista los Gobiernos de Toscana, Las Marcas y Apulia.

De acuerdo a los sondeos, solo en Campaña, de la mano del actual gobernador Vincenzo De Luca, la centroizquierda parece tener la elección controlada.

Según los analistas, la región Toscana aparece como una de las más importantes de la elección, al ser un bastión del progresismo hace cincuenta años y por ser la tierra de origen del ex premier Matteo Renzi, ex secretario general del Partido Democrático y a la cabeza, desde septiembre pasado, de la fuerza Italia Viva, aliada del Gobierno y que hace en estas elecciones su debut electoral.

Dentro de la coalición de derecha y centroderecha, los ojos están puestos en el Véneto, donde el actual jefe comunal Luca Zaia aparece como favorito y buscará acumular una buena cantidad de votos con su lista propia para marcar la autonomía frente al referente nacional del sector, el líder de la Liga Matteo Salvini.

El liderazgo nacional de Conte, quien tiene más de 70% de imagen positiva por su gestión de la pandemia y se ha expresado con énfasis por el «sí» pero no hizo campaña por las elecciones regionales, aparece a salvo aún en caso de derrotas locales de las fuerzas que integran el Ejecutivo, coinciden analistas.

Según informó el Ministerio del Interior, el escrutinio para el referéndum iniciará una vez que se cierren los centros de votación y luego se pasará a contar los votos de las elecciones regionales.