MARTES, 08 DE OCT

«Contrabando y efedrina eran negocios de Echegaray y Aníbal»

Esteban Pérez Corradi, quien está preso y condenado como autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez, confirmó que tuvo “protección” del kirchnerismo para mantenerse en condición de prófugo.

Esteban Pérez Corradi, condenado como autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez, aseguró que contó con “protección” del kirchnerismo para mantenerse en condición de prófugo y remarcó que “el contrabando y la efredina eran negocios” controlados por el ex titular de la Afip, Ricardo Echegaray y el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández.

“El contrabando y la efedrina era el negocio de (Ricardo) Etchegaray y Anibal Fernández. Tuve protección del gobierno anterior para estar prófugo. Me dieron tres DNI en blanco. Es más, la jueza (Sandra) Arroyo Salgado me pidió 500 mil dólares para dejarme en libertad. Ella responde a los Servicios”, Afirmó Pérez Corradi en declaraciones al programa que se emite por América.

Asimismo, explicó que la plata de la campaña de las elecciones presidenciales de 2007 que ganó Cristina Fernandez de Kirchner “vino de Venezuela” y recalcó que los recaudadores salieron a buscar “cheques para justificar el dinero en negro”.

“La plata para la campaña del 2007 vino de Venezuela. Dije eso en la justicia. El gobierno la tenía y no podían justificarla. Entonces salieron con (Héctor) Capaccioli (el recaudador de los fondos) a buscar cheques para justificarla, para lavar dinero”, subrayó.

También afirmó que Aníbal Fernández “estaba al tanto del negocio de la efedrina” y que un efectivo de la Policía Federal le cobraba para dejarlo “trabajar”.

“Chipi Mondragón (actual miembro de la Policía Federal) me presentó gente que respondía a Aníbal. Me cobraban la plata para dejarme trabajar (con la efedrina) para no romperme. Fernández no desconocía esta actividad en absoluto”, apuntó.

Pérez Corradi aseveró que no estuvo implicado en el Triple Crimen y sostuvo que “no había forma” de que las víctimas pudieran perjudicar las actividades que desarrollaba.

“No maté a (Sebastián) Forza, (Leopoldo) Bina y (Damián) Ferrón.  Ellos no tenían forma de perjudicarme, de robarme el negocio. Es como que venga un nene chiquito y te quiera pegar una cachetada”, observó.

El condenado afirmó que por “primera vez hay una jueza que lo escucha”, en clara referencia a María Romilda Servini, la magistrada que tiene a su cargo la causa del triple crimen, y lanzó un interrogante: “¿Por qué cree que desplazaron como jefe de la Aduana a Juan José) Gómez Centurión…? “

«Por primera vez tengo una jueza que me escucha. Hay gente importante que está detrás de estos negocios de la Aduana no quieren que hable”, enfatizó.

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