Corea del Norte confirmó el lanzamiento de cuatro misiles balísticos a modo de ensayo y cuyo objetivo simulado, aseguró, eran las bases militares de Estados Unidos en Japón.

En este orden, la agencia estatal norcoreana KCNA señaló que la prueba de misiles del Ejército se llevó a cabo «de manera simultánea» y «con el objetivo de alcanzar las bases de las fuerzas estadounidenses de agresión imperialista en Japón».

La información dice además que el líder norcoreano Kim Jong-un supervisó los ejercicios y que ordenó a las unidades «estar plenamente preparadas para abrir fuego contra los enemigos».

«Los cuatro cohetes balísticos lanzados simultáneamente son tan precisos que parecen cuerpos voladores acrobáticos en formación», dijo el líder norcoreano tras el lanzamiento.

Cabe destacar que a la prueba asistieron junto a Kim, entre otros, uno de sus consejeros más cercanos, Ri Pyong-chol, y uno de sus principales asesores en materia de misiles, Kim Jong-sik.

Tras el anuncio norcoreano, el presidente estadounidense Donald Trump mantuvo conversaciones telefónicas con su homólogo surcoreano, Hwang Kyo-ahn, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, con el que coincidió a la hora de calificar esta prueba como un nuevo nivel «de amenaza» por parte de Pyongyang.