Por Andrea San Esteban

La población infantil en Argentina, América Latina y el caribe está pasando un momento crítico, ya que el 21,6 por ciento de los niños y niñas son pobres en nuestro país, según alertaron desde la Red Latinoamericana y Caribeña por la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes (Redlamyc) y esto se debe a políticas conservadoras.

Casi la mitad de los niños son pobres en Argentina. “Los niños, niñas y adolescentes son los más afectados por la pobreza con el 48,8% y la indigencia del 11,6% debido a la falta de políticas que los protejan”, sostiene la Universidad Católica Argentina.

Por otra parte, “la Unión Europea y Save the Children Suecia están analizando la situación de los niños en Argentina. La Unión Europea tiene el compromiso de compartir sus logros y valores con países y pueblos que se encuentren más allá de sus fronteras y a partir de ello programaron el financiamiento de un convenio marco de colaboración entre la Unión Europea y Redlamyc para el fortalecimiento de coaliciones de derechos de niñas, niños y adolescentes en América Latina y el Caribe”, sostiene Nora Pulido, integrante del Colectivo Infancia y Adolescencia. En el encuentro también se dijo que “las políticas de derecha de (Donald) Trump hasta (Mauricio) Macri no tienen como prioridad la igualdad de los niños”.

El estudio se viene realizando en el norte argentino, donde la vulnerabilidad es mayor que en otras regiones de Argentina. “El proyecto trabaja en las provincias de Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba y Buenos Aires a partir de una estrategia de trabajo de desarrollo local y municipal, articulando el trabajo con las municipalidades, organizaciones sociales de base, centros comunitarios, instituciones que desarrollen acciones de atención y promoción de los derechos del niño, mejorando las condiciones de vida de la niñez y adolescencia a nivel territorial, hecho que hasta ahora no sucede.

Resultados de estadísticas y censos

Según el Indec, para el análisis se necesitaba un punto de partida para medir y se tomó como período el primer semestre del año pasado, y arrojó que “el 32,2 por ciento de los habitantes del país vive en condiciones de pobreza, mientras que el 6,3 por ciento son indigentes. Los porcentajes equivalen a 8.772.000 personas pobres y 1.705.000 habitantes que viven en la indigencia», precisaron desde el organismo.

Como contexto preocupante, podría recordarse que «hace poco tiempo, la representante en Argentina de Unicef llamó la atención sobre la gran “disparidad” de ingreso per cápita que existe entre habitantes de las provincias argentinas, ya que en las regiones del noreste y noroeste del país un niño tiene 6 veces más de probabilidad de caer en la pobreza que en Buenos Aires”.

En ese informe se habló de una pobreza más estructural, son muchos años de no dedicar políticas públicas a los niños. “Esto se traslada a todas las privaciones de la vida adulta y la situación se va reproduciendo a sí misma. De hecho, el 19 por ciento de los que no son pobres por cuestiones de ingresos, sí lo son por dimensiones como la educación o la vivienda inadecuada”.

Unicef también lanzó un documento que detalla que “algunos de los datos sobre la situación de la primera infancia en Argentina presentan un escenario preocupante. La pobreza está infantilizada: el 30% de los chicos son multidimensionalmente pobres y en los menores de 5 años, el porcentaje llega a 34,4%. Casi un 79% de los chicos de entre 0 y 3 años no accede a servicios educativos y de cuidado, un porcentaje que varía fuertemente en cada grupo social y región del país”.

Prioridad a la educación

“En cuanto a la educación, existe una brecha en la asistencia: mientras que el 81% de los niños de 4 años asisten a instituciones educativas, sólo el 54% de los niños de 3 años asiste a nivel inicial. Esta brecha de acceso es significativamente mayor en los contextos rurales donde, según los últimos datos disponibles, sólo un 36% de niños de 3 y 4 años asisten a salas de nivel inicial”.

En el área de salud, si bien hubo mejoras en los indicadores de mortalidad infantil en Argentina, “aún hay brechas de inequidad por regiones». “Además, la primera infancia también es afectada por la violencia que en los primeros años se manifiesta en diversas formas: golpes, castigos físicos o psicológicos y abuso sexual. El abuso sexual en la primera infancia, por ejemplo, es cometido por una persona conocida en la mayoría de los casos”.

Políticas públicas

“La primera infancia es crucial en el desarrollo físico, intelectual y socioemocional. Todos los niños, incluyendo los más pequeños, tienen derecho al desarrollo pleno de sus potencialidades. Dejar librado el desarrollo de la primera infancia al contexto, las capacidades y los recursos de las familias supone negar este derecho básico y reproducir la desigualdad. Es necesario que el Estado desarrolle políticas públicas que garanticen el ejercicio pleno de los derechos de los niños», remarcan desde Unicef.