Estados Unidos y Rusia acordaron una nueva tregua en Siria que deberá comenzar en la noche de mañana, un cese a las hostilidades que si logra mantenerse una semana abrirá camino a una cooperación entre las fuerzas militares de las dos potencias, anunció el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.

«Estados Unidos y Rusia están anunciando un plan por el cual, esperamos, se podrá reducir la violencia y los sufrimientos (de la población) y reanudar el camino hacia una paz negociada y una transición política», dijo Kerry, acompañado por su colega ruso Sergei Lavrov, después de una maratónica reunión negociadora ayer en Ginebra que se extendió por más de 12 horas.

«Creemos que Rusia y mi colega [Lavrov] tienen la capacidad de presionar al régimen de Bashar al-Assad para frenar este conflicto y venir a la mesa de negociaciones para lograr la paz», añadió Kerry.

Si la tregua dura una semana las fuerzas militares estadounidenses aceptarán colaborar con las tropas rusas -un reclamo de Moscú de larga data- en las operaciones contra grupos jihadistas.

Se espera ahora que las potencias concentren su poder de fuego particularmente sobre las posiciones de Estado Islámico, la milicia terrorista que controla territorios en norte y el este sirios. Lavrov dijo que se consensuaron áreas específicas en las que combatirán a esa organización.

Estados Unidos y Rusia ya habían suscripto en febrero pasado un alto el fuego en Siria, pero que se diluyó con el correr de los meses. Ahora, ambos países, que desde hace cinco años apoyan a bandos opuestos en un conflicto que dejó 290.000 muertos, buscan reactivar el plan de paz adoptado a fines de 2015, una iniciativa determinante por la crítica situación humanitaria en ciudades como Aleppo, asediada por el régimen.