De cara a las fiestas de Navidad y Año Nuevo, el Instituto del Alimento, dependiente de la Secretaría de Salud Pública, brinda una serie de recomendaciones para evitar problemas a la hora de consumir y elaborar alimentos durante las próximas fiestas.

La repartición hace hincapié fundamental en el consumo y la elaboración de carnes, como las denominadas patas de ternera, sus salsas y los componentes de las mesas dulces.

La población debe abstenerse de consumir productos que no fueron elaborados en lugares correctamente habilitados o acreditados para dicha comercialización.

A partir del auge de Internet se ha incrementado notablemente la oferta de productos elaborados, en muchos casos, en lugares que no cuentan con la habilitación correspondiente ya que son elaborados directamente en una cocina domiciliaria y no en un comercio acreditado. La población debe saber que un producto procesado en lugares no habilitados no garantiza las condiciones higiénicas.

Asimismo, se recomienda considerar  que los platos tengan variedad de verduras, frutas frescas y secas. Es importante tener en cuenta que la capacidad de almacenamiento con que se cuenta para no sobrecargar el freezer y la heladera, ocasionando que los alimentos pierdan su cadena de frío.

Ante esta situación y para evitar inconvenientes, el Instituto del Alimento recomienda no consumir productos de cerdo caseros tales como salames, panceta, jamón crudo, bondiola, chorizo seco o colorado, etc, ya que en los mismos no se puede garantizar su control sanitario.

Recomendaciones por la «cadena de frío» 

Productos como jugos, ensaladas de frutas, licuados y sandwichs necesitan mantener la cadena de frío, por lo tanto no pueden permanecer más de 2 horas a temperatura ambiente. Adquiéralos en lugares habilitados, que presten condiciones de higiene favorables y que presenten su correcto rotulado.

No preparar comidas con demasiada antelación, ya que aumenta los riesgos de contaminación, lavar la parte superior de las latas de conservas antes de abrirlas, las que están abolladas o hinchadas no son seguras, y por lo tanto no deben consumirse y mantener los equipos de frío con higiene y en perfecto estado de funcionamiento.

Asimismo, se pide dar prioridad de frío a los alimentos y no a las bebidas. Descongelar los equipos de frío periódicamente ya que la formación de una gruesa capa de hielo ocasiona pérdida de frío.

En tanto, al momento de la cocción asegurarse que las carnes no queden crudas, para esto se deben cocinar hasta que los jugos sean amarronados.

Ante un corte de energía se dan las siguientes recomendaciones:

  • Al faltar el suministro eléctrico se sugiere guardar los alimentos de mayor riesgo, como carnes y lácteos, en el freezer o congelador. Es importante ubicar las carnes en la parte inferior en recipientes herméticamente cerrados para que sus jugos no contaminen el resto de los alimentos.
  • Durante el tiempo que dure el corte es importante evitar la pérdida de frío de las heladeras por lo que se recomienda no abrirlas y cerrarlas en reiteradas ocasiones. Se considera un corte de la cadena de frío cuando el alimento supera las dos horas a temperaturas mayores de 5º C.
  • A partir de esta situación se deben aumentar los cuidados al momento de la cocción y asegurarse que las carnes no queden crudas, para esto se deben cocinar hasta que los jugos sean amarronados.
  • Mantener la hermeticidad del cierre de la heladera mediante la buena preservación de los burletes. Guardar los alimentos en recipientes de vidrio o de plástico.
  • Dar prioridad de frío a los alimentos y no a las bebidas.
  • No preparar comidas con demasiada antelación. La elaboración de platos con productos crudos o cocidos suman factores de riesgo.
  • Los alimentos considerados de alto riesgo como salsas, cremas, y los rellenos deben ser los primeros en consumirse. Siempre mediante una correcta cocción.

Si el corte es prolongado y los alimentos de riesgo permanecieron más de dos horas a temperaturas superiores a 5º grados considere desechar dichos alimentos.