Lunes diferente en Rosario. El tránsito descontrolado, el ruido y la gente apurada, postales típicas de un lunes cualquiera en la ciudad, lejos están de representar este feriado de Carnaval. Por el contrario, Rosario es una postal silenciosa y vacía: pocos autos en las calles, pocas personas y prácticamente todo cerrado.

En este sentido, el microcentro, que marca el pulso de la actividad comercial, estuvo desolado y el movimiento fue casi nulo, con muy poca gente en las calles y mucho menos tránsito vehicular. La misma fotografía de persianas bajas se registró en los tradicionales paseos comerciales de algunas zonas de la ciudad.

De acuerdo a información extraoficial, si bien la capacidad hotelera alcanzó un 90% , los comerciantes de la ciudad decidieron no trabajar, salvo en casos muy puntuales. En este orden, el grueso de la actividad seguramente se concentrará por estos días en los dos grandes shoppings de la zona norte.

Con respecto al bajo movimiento en las calles, y de acuerdo al relevamiento realizado por Conclusión, muchos ciudadanos lo atribuyen a las altas temperaturas que azotan a Rosario por estos días como así también a la fecha en la que cayó el feriado (fin de mes), donde la gente posee menor poder adquisitivo.

De todos modos, para los más atrevidos y amantes del verano, el clima seguramente hará que la ciudad vaya tomando ritmo en las próximas horas, debido a que se registra la presencia de turistas que, como siempre, eligen los parques públicos, los centros comerciales y la costa, principales sitios de reunión en una jornada que se presta para el relax y la vida al aire libre.