La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) mencionó hoy el “desencuentro» entre los argentinos, la «corrupción generalizada y la plaga del narcotráfico” como los principales males que aquejan al país y advirtió que “la gran familia de los argentinos está en riesgo y la casa que compartimos puede resquebrajarse”.

Así lo expresó en un mensaje de 22 carillas titulado “Bicentenario de la Independencia: tiempo para el encuentro fraterno de los argentinos”, que fue presentado esta mañana en una conferencia de prensa en la sede de la CEA por el titular del organismo y arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo; el vicepresidente primero y arzobispo porteño, cardenal Mario Poli; y el secretario general y obispo de Chascomús, Carlos Malfa.

“El principal de nuestros males es el desencuentro que no nos deja reconocernos como hermanos, a lo que le sigue la corrupción generalizada, la plaga del narcotráfico y el descuido del medio ambiente. Estos son algunos ejemplos que muestran que la gran familia de los argentinos está en riesgo y que la casa que compartimos puede resquebrajarse”, dice uno de los párrafos más destacados del mensaje.

Con una introducción histórica y dividido en cinco capítulos, los obispos no pretendieron realizar con el texto “un análisis sociológico ni teológico” de la realidad sino una reflexión pastoral iluminada por la celebración del Bicentenario para «estimular el diálogo» y, para ello, utilizaron una metáfora que recorre todo el documento: la casa histórica de Tucumán como símbolo de la casa común que debe ser la patria.

Con múltiples citas al papa Francisco y su magisterio, y referencias a Mama Antula y el Cura Brochero que serán proclamados este año beata y santo respectivamente, la Iglesia afirmó que “la independencia y libertad proclamadas hace dos siglos, no siempre se tradujo en tiempo de paz y progreso para todos”, ya que “provincias sin recursos y familias pobres sin casa, con muchos argentinos al borde o fuera del sistema laboral, no reflejan las aspiraciones federales de los congresales en Tucumán”.

El mensaje, que ayer fue entregado al presidente Mauricio Macri en una reunión que mantuvieron en la residencia de Olivos, viene siendo elaborado hace varios meses y fue aprobado por todos los obispos del país en la última asamblea plenaria de abril pasado.

“No hay plena democracia sin inclusión e integración y esto requiere el compromiso de todos”, dicen los obispos en otro fragmento del mensaje, en el que hacen referencia a la necesidad de asegurar las tres “T” –como lo menciona el papa Francisco-: “el derecho al trabajo, la propiedad de la tierra y un techo habitable”, lo cual “está muy lejos de un protagonismo economicista devastador, que impone sin ninguna ética su dominio absoluto”.