Los precios en Brasil se aceleraron en mayo y subieron 0,78%, en una escalada que llevó la medición anual al 9,32% y que volvió a encender las alarmas en una economía que está en recesión.

Los datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, estatal) indicaron que fue el mayor registro para el quinto mes del año desde el 2008, pese a que la actividad
económica en Brasil se contrajo un 0,3% en el primer trimestre.

La inflación, que en abril había sido de 0,61%, acumula un 4,05% en lo que va del 2016, cerca de un punto y medio por debajo del valor anotado en igual lapso del año pasado.

El indicador fue impulsado por el costo del capítulo de vivienda, que tuvo un salto del 10,37% en la tarifa del agua como consecuencia del final de un programa de incentivo para reducir el consumo en la región metropolitana de Sao Paulo, el mayor estado de Brasil. Ese incremento también se repitió en otras capitales de estados, como Fortaleza (nordeste) y Belo Horizonte (sudeste).

«Además del rubro vivienda, otros ítems importantes presionaron al IPCA durante el mes: energía eléctrica (2,28%), mano de obra para reparaciones (0,87%), artículos de limpieza (0,85%) y expensas de las propiedades (0,79%)», señaló el IBGE.

Analistas del mercado consultados por el Banco Central esperan que el año cierre con una inflación de 7,12%, por encima del techo de la meta oficial de 6,5%. La tendencia de las estimaciones divulgadas en este informe ha sido creciente en las últimas semanas.

Brasil cerró el año pasado con una inflación de 10,67%, la mayor en 13 años, que se conjugó con la mayor caída del PIB en 25 años (3,8%). Según los operadores del mercado, la economía brasileña se contraerá 3,71% en 2016 y el país tendrá su primer bienio recesivo desde la década del 30.

La inflación ha pasado a ser un problema de primer orden en la atribulada economía brasileña, a dos meses del inicio de los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro.

Con la recesión como telón de fondo, se desencadenó una aguda crisis política que derivó en la suspensión del mandato de la presidenta Dilma Rousseff a manos del Senado para juzgarla por supuesto maquillaje de las cuentas públicas durante 2014, año de su reelección, y principios de 2015.