La CGT Regional Córdoba y la Coordinadora de Gremios Estatales protagonizaron ayer una fuerte protesta en la capital cordobesa para amplificar el reclamo al gobernador Juan Schiaretti de una reapertura de las paritarias y de la derogación del ajuste en las jubilaciones aprobado en diciembre.

Fue la primera estocada del año de los estatales en su conjunto, e incluyó una masiva movilización de sindicatos públicos y privados (que generó caos de tránsito), un paro en escuelas públicas y privadas y el abandono de tareas por parte de empleados públicos, municipales, judiciales y personal de hospitales y de energía.

La embestida -que incluyó críticas a Mauricio Macri y algunos cuestionamientos a la CGT nacional- fue acompañada además (aunque sin paro) por gremios privados como el de los bancarios, camioneros, taxistas y prensa.

El acto tuvo ribetes accidentados: en la previa de la lectura de un documento conjunto se derrumbó parte de la estructura del escenario montado por la CGT Córdoba y que albergaba a unos 70 sindicalistas, aunque por fortuna sólo ocasionó heridas leves a dos dirigentes.

El evento luego prosiguió, aunque sólo quedaron en el palco Juan Monserrat (de la docente UEPC), José Pihen (del estatal SEP) y Rubén Daniele (del municipal SUOEM).

«Lo que ha cedido son barras de hierro o aluminio; no había más gente de lo previsto», sostuvo Daniele. «Ya tocamos fondo, ahora vamos a empezar a subir», ironizó el bancario Raúl Ferro. Algunos sindicalistas apuntaron a la Policía provincial, que no habría permitido el ingreso de un camión con parte de la estructura faltante.

En las últimas semanas, el peronista Schiaretti (UpC) insistió en que no evalúa retomar la pulseada salarial bajo el argumento de que el avance de la inflación no opacó aún los incrementos de sueldo otorgados a principios de año.

La protesta -que contó con la adhesión de la CGT Rodríguez Peña- tuvo además consignas contra el Gobierno de Mauricio Macri. «Es necesario un urgente cambio de rumbo», dijo Pihen.

«El Gobierno provincial está incumpliendo el acta acuerdo», disparó por su parte Monserrat, en referencia a la cláusula gatillo que ordena reabrir la pulseada de sueldos en función de la inflación.

Por su parte, Daniele insistió en el reclamo de la «derogación» de la Ley 10.333 promovida por Schiaretti -en línea con la armonización pedida por la Casa Rosada- que incluye un recálculo de los salarios de jubilados y pensionados.

«Hay 100 mil jubilados cordobeses a los que se les han reducido sus salarios en un 10 %», dijo.

 

Algunos dirigentes también apuntaron a la reunificada CGT nacional por apostar a pelear un bono en vez de la reanudación de las negociaciones salariales.

«No queremos bono ni bonito, sino paritarias ya», disparó Gabriel Suárez (Luz y Fuerza).