Al menos 1.500 personas fueron detenidas en distintas ciudades rusas, incluido el líder opositor Alexey Navalny, en manifestaciones de protesta contra el gobierno de Vladimir Putin que fueron declaradas ilegales por el Kremlin y tuvieron fuerte repercusión en Moscú y San Petersburgo.

Aunque en un primer momento los informes hablaban de cientos de detenidos, con el avance de las horas la cifra de apresados creció y se estimaba en miles.

Las cifras mayores eran las de San Petersburgo, en particular en el Campo de Marte, donde durante la manifestación fueron apresadas unas 900 personas, y Moscú, donde sitios locales hablaban de unas 750.

Sin embargo, también se reportaron detenciones, sin especificar cuántas, en Vladivostok y Kazán. En rigor, durante las horas previas a la movilización en la capital rusa se generaron cruces de acusaciones entre el líder de la oposición, Alexey Navalny, y el gobierno nacional, por el lugar donde se realizaría la protesta.

A última hora de ayer, Navalny anunció a través de las redes sociales que el punto de encuentro de la movilización cambiaba de la avenida Académico Sájarov, zona donde había sido autorizada por el Ayuntamiento, a la céntrica calle Tverskaya, donde hoy tuvieron lugar celebraciones oficiales por el Día de Rusia.

La fiscalía de Moscú advirtió esta mañana que «cualquier intento de celebrar un acto no autorizado en la calle Tverskaya será considerado ilegal y las fuerzas del orden tendrán que tomar las medidas necesarias».

Vladimir Chernikov, jefe del departamento de policía de Moscú, anticipó que se actuaría contra cualquier intento de alterar el orden y la ley y que detendrían a todo aquel que lleve «pancartas y lemas», al tiempo que movilizó carros de asalto y efectivos policiales en la zona.

Sin embargo, las advertencias oficiales no impidieron que miles de personas se concentraran en el centro de Moscú, según los opositores unas 50.000 personas, y marcharon por la zona céntrica hasta que intervino la policía para reprimir.