El ex presidente de Estados Unidos Barack Obama dio una charla en un foro sobre innovación alimentaria en la ciudad italiana de Milán y se mostró confiado en que el sector privado invertirá cada vez más en el desarrollo de energías renovables y limpias porque, concluyó, «desperdiciar energía cuesta dinero»:

Obama evitó hablar directamente de la situación política actual de su país, pero opinó que Washington «seguirá en la dirección correcta» con respecto a la política medioambiental que él mismo promocionó en la última década, pese a las evidentes «diferencias» que tiene con su sucesor, Donald Trump.

En su primera intervención pública en el extranjero tras el fin de su mandato, en enero pasado, el político demócrata destacó que «los ingenieros y los empresarios ya están tomando decisiones» a favor de las energías limpias y la eficiencia energética. «No debería haber una empresa que quiera desperdiciar energía porque cuesta dinero», aseguró el ex mandatario.

Sin corbata y muy relajado, le bajó el tono a los temores que provocó la nueva dirección de la Casa Blanca, que dio marcha atrás en gran parte de su política medioambiental a través de decretos, y destacó, en cambio, la experiencia de California, un estado que mantiene altos estándares para la eficiencia de los combustibles en los vehículos y, pese a eso, sigue siendo un importante mercado automobilístico en el país.

Al mismo tiempo que Obama hablaba en Milán, en Washington el gobierno de Trump anunciaba que hoy que en las próximas horas definirá si se mantiene dentro o se retira del Acuerdo de París, el mayor tratado multilateral sobre cambio climático que firmó Estados Unidos durante la gestión demócrata anterior.

«Lo bueno es que todavía podemos emprender acciones que hagan una diferencia», afirmó Obama, intentando mantener una visión positiva del tema.

Ante un auditorio en el que estaban presentes personalidades italianas, entre ellas el ex primer ministro Matteo Renzi, Obama sostuvo que el cambio climático fue una de sus prioridades y pidió que «Estados Unidos, China y Europa, como grandes contribuyentes (al calentamiento global), marquen el camino».

En una conversación con Sam Kass, que fuera su chef en la Casa Blanca, Obama reiteró que continuará trabajando para inspirar a los jóvenes a que dediquen su vida a la política.

«Un buen líder es quien empodera a otra gente. Los políticos pueden guiar las políticas, pero la energía va a venir de la gente, con decisiones como la de usar menos energía. Son millones de decisiones individuales que tienen un gran impacto», sostuvo.